Actualizado 11/09/2010 01:28

Calderón: la reforma penal no será suficiente para combatir el crimen organizado

El presidente de México, Felipe Calderón.
EP/PRESIDENCIA DE MÉXICO


MÉXICO DF, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de México, Felipe Calderón, advirtió este viernes de que la reforma de la justicia penal no solucionará la "dramática" situación de violencia que vive el país a causa del crimen organizado y apostó, una vez más, por combatir el fenómeno con el uso de la fuerza militar.

Durante una reunión con integrantes del Consejo Cívico de Ciudadanos del estado de Nuevo León (este), el mandatario recordó que hasta el momento el respeto de los plazos legales en los procesos contra miembros de organizaciones criminales solo ha aumentado la impunidad de los delitos cometidos por los mismos.

"La mayoría de los 110.000 detenidos en el presente sexenio no están purgando alguna pena, ni preventiva ni de sentencia, sólo por cuidar y respetar los debidos procesos legales", dijo Calderón en declaraciones recogidas por el diario 'Milenio'.

Así, el dirigente consideró que el sistema legal es una especie de "puerta revolvente" que permite la rápida puesta en libertad de aquellos que son detenidos. En concreto se refirió al caso del estado de Chihuahua (norte) donde, según explicó, solo se han juzgado 2.000 de 80.000 delitos.

En consecuencia, Calderón apuntó que "la cifra de ejecuciones es tan abrumadora que rebasa con mucho la mera problemática legal", por lo que abogó, una vez más, por combatir la violencia del crimen organizado con el uso de la fuerza, mejorando la cualificación y credibilidad de los cuerpos de seguridad.

"El día que los cuerpos policíacos, tanto federal como estatal y municipal, configuren una fuerza suficiente que pueda hacer frente a los criminales y que sean policías confiables, bien preparados y simplemente fuertes, ese día estaremos verdaderamente resolviendo de fondo esta problemática", apuntó.

Desde que Calderón asumiera la Presidencia de México en 2006 se han registrado más de 28.000 muertes violentas atribuidas al crimen organizado y al narcotráfico, que desde principios de este año ha protagonizado una escalada de violencia debido a las pugnas entre bandas rivales por el control de la ruta de la droga hacia Estados Unidos.

El presidente ha optado por reprimir el fenómeno con el uso de la fuerza militar ordenando el despliegue del Ejército en todos los estados del país para apoyar a la Policía. Sin embargo, esta estrategia se ha revelado ineficaz, debido a los altos índices de corrupción que existen dentro de la administración.