Actualizado 19/09/2009 18:03

Cambio climático amenaza la rica agricultura de Brasil

Por Raymond Colitt

VARGINHA, Brasil (Reuters/EP) - Un insólito tornado e inundaciones este mes podrían ofrecer un vistazo al problemático futuro de los agricultores brasileños, a quienes les preocupa que el cambio climático pueda afectar severamente la producción en uno de los mayores graneros del mundo.

El aumento de las temperaturas, un cambio en la llegada y duración de las estaciones y las condiciones climáticas extremas previsto para las próximas décadas posiblemente reducirán la producción en algunas zonas y terminarán por completo con los cultivos en otras, según los expertos.

"Brasil es vulnerable. Si no hacemos nada, la producción de alimentos está en riesgo", dijo Eduardo Assad, un agrónomo del gubernamental Instituto de Agricultura Embrapa.

Lo que está en juego es una industria agrícola de 250.000 millones de dólares, alimentos para millones de pobres y el abastecimiento para los mercados mundiales de los principales cultivos de exportación brasileños, como la soja y el café.

Brasil está buscando un rol como líder en las conversaciones globales sobre el cambio climático y dice que adoptará objetivos en materia de emisiones de gases efecto invernadero, después de comprometerse el año pasado a reducir la deforestación del Amazonas a la mitad.

Sin embargo, ha sido lento en las investigaciones sobre el impacto del calentamiento global y respecto las formas en que la agricultura brasileña podría adaptarse a los cambios.

En el noreste, la región más pobre del país, las escasas lluvias se reducirán aún más y las temperaturas aumentarán entre 3 y 4 grados centígrados para el 2050, comparado con el aumento nacional y global promedio de 2 grados centígrados, según el Instituto de Estudios Espaciales de Brasil (INPE).

El aumento de las temperaturas amenaza con erradicar el cultivo de alimentos básicos, como la cassava, para millones de personas en el noreste.

"El noreste perderá un tercio de su economía si no hacemos nada", explicó a Reuters el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc.

También es probable que los grandes cultivos de exportación también sufran, según un estudio de Assad y Hilton Silveira Pinto, una agrónoma de la Universidad de Campinhas, en el estado de San Pablo.

El informe, que fue concluido en mayo, dice que para el 2020 la producción de soja caerá en un 20 por ciento y la del café en un 10 por ciento.

Brasil es el exportador líder de café, carne vacuna, soja, jugo de naranja y otros productos agrícolas. Sólo un cultivo comercial saldrá beneficiado.

Las temperaturas más cálidas duplicarán el área apropiada para la caña de azúcar a partir del 2020, según Pinto y Assad.

SEÑALES DE CAMBIO CLIMATICO

Hay signos de que estos pronósticos podrían volverse realidad, luego de que un inusual tornado destruyera cultivos y viviendas en el sur del país este mes.

"Estamos viendo el comienzo del cambio climático. La frecuencia y la intensidad de las lluvias cambió significativamente y seguirá haciéndolo",sostuvo Jose Marengo, un experto en clima del INPE.

En Virginha, en el centro del estado Minas Gerais, Ivo Bueno Paiva muestra sus vacíos e infestos árboles de café. En cinco de los últimos diez años, las precipitaciones estuvieron muy por debajo del promedio histórico, haciendo que las hojas se marchitaran y que los capullos secaran.

"Cuanto más cambien las lluvias, más aumentan mis deudas", dijo Paiva, de 76 años, en pantalones dañados y una camiseta hecha de jirones. Esta región de la sierra representa la mitad de producción de café del país, pero para mediados de siglo podría no cultivar más.

"Las posibilidades de que sobreviva el café en el sudeste de Brasil son exiguas", afirma el estudio de Assad-Pinto.

Incluso ligeros cambios en la temperatura o en las precipitaciones pueden ser devastadores para la floración, el crecimiento y la cosecha de los cultivos.

Las excesivas lluvias primaverales de los últimos años en el templado sur de Brasil han perjudicado a la cebada y el trigo, parte de lo cual fue procesado en forma de alimento para animales en lugar de malta para cerveza.

En consecuencia, la cooperativa Cotrijal en el estado de Rio Grande do Sul, al sur del país, perdió cerca de 1,5 millones de reales (830.000 dólares) en el 2008 y este año las enfermedades por de la humedad también están dañando la producción de trigo en la región.

Cotrijal creó estaciones de trigo y pidió asesorías a los agrónomos de la universidad estatal.

"No podemos cambiar nuestro calendario de siembra o las lluvias. ¿Cómo puedo minimizar mis riesgos? Esperamos que la ciencia nos brinde algunas respuestas", dijo Gelson Lima, director de producción en Cotrijal.

Con el tiempo, el aumento de las temperaturas podría hacer que la cebada y el trigo queden completamente erradicados, forzando su importación.

"Podríamos tener que reemplazar el trigo con pasto vacuno o con la siembra de árboles", dijo Jose Mauricio, director de estudios de trigo en Embrapa, en Rio Grande do Sul.

¿SOLUCIONES?

La tecnología puede ayudar en parte a los agricultores a adaptarse al cambio climático, pero los resultados de los experimentos han sido variados.

En una granja experimental en Varginha, investigadores que buscan mitigar las sequías siembran árboles de café en bosques, donde es más fresco y húmedo. Pero la menor cantidad de luz reduce la producción y la imposibilidad de usar máquinas eleva los costos del trabajo.

La irrigación es costosa y las fuentes de agua escasas. El científico del Gobierno Carlos Henrique Carvalho está trabajando en variedades de café más resistentes al calor, con raíces más largas. Pero el desarrollo de nuevas variedades tomará más de una década, señaló.

La compañía semillera Monsanto lanzará un maíz y una soja resistentes a las sequías para el 2014 en el mercado estadounidense, pero los hará cinco años más tarde en Brasil. Incluso éstas nuevas semillas será una solución parcial.

"Pueden minimizar el impacto pero no solucionarán el problema", dice Rodrigo Santos, director de estrategia y gerente de producto en la subsidiaria brasileña de Monsanto.

Incluso las plantas genéticamente modificadas tendrán dificultad para adaptarse a los aumentos de temperatura más allá de los 2 grados centígrados, dijo Assad. Otros científicos se mostraron más optimistas.

"Confío en que la ciencia proporcionará un 90 por ciento de las respuestas al cambio climático", dijo Edson Silva, director de la compañía investigadora Epagri del estado de Paraná, que exportó su variedad de manzana resistente a la sequía a Francia, Alemania y otros lugares.

Sin embargo, en la mayoría de los sectores agrícolas las investigaciones recién han comenzado y la inversión es insuficiente. Los granjeros necesitan capital para trasladar los cultivos y la infraestructura adecuada para procesarlos y transportarlos.

Desarrollar un nuevo cultivo cuesta 12 millones de reales (6,7 millones de dólares) al año en el transcurso de una década y Brasil sólo gasta una fracción de lo que debería, indicó Assad.

"Brasil se demoró en creer en el cambio climático, ahora necesitamos ponernos al día invirtiendo más, mucho más", agregó.