Actualizado 23/07/2009 00:30

Cártel con sesgo de secta religiosa gana poder en México

Por Robin Emmott

MORELIA, México (Reuters/EP) - Un poderoso cártel de las drogas con sesgo de secta está desafiando al presidente de México, Felipe Calderón, al enfrentar en su estado natal a fuerzas de seguridad con una amenazante mezcla de violencia, pseudoreligión y regalos para los pobres.

"La Familia" usa Escrituras de La Biblia para inspirar a sus traficantes y ha tomado el control del narcotráfico en el occidental estado de Michoacán, ganando poder a pesar de los operativos antidrogas que lanzó Calderón hace casi tres años en el estado y varias regiones del país.

Luego de que la organización criminal asesinó la semana pasada a 16 policías en una serie de ataques de alto perfil, Calderón trasladó 5,500 militares, policías élite y oficiales de marina al montañoso estado productor de marihuana en uno de los mayores envíos de refuerzos en la guerra contra las drogas.

Helicópteros zumbaban el miércoles por los aires y filas de camiones del Ejército patrullaban calles de la colonial ciudad de Morelia, capital del estado, mientras los turistas estaban en los cafés.

La Familia, cuyos líderes afirman ser orgullosos originarios del estado, se ha convertido en uno de los mayores retos para Calderón mientras el cártel va más allá del tráfico de droga en busca de influencia política y posición social.

Liderado por el evangélico Christian Nazario Moreno, quien se autonombra "El más loco" y por el que la fiscalía federal ofrece dos millones de dólares por información para su captura, el grupo predica Escrituras combinadas con lemas de autoayuda para sus miembros.

Repartiendo juguetes a niños y dinero para construir escuelas, el cártel trata de promover una mística, estrategia que ninguna otra banda de narcotraficantes en el país utiliza, con promesas de proteger a la población local.

La Familia prohíbe a sus miembros consumir alcohol o drogas, tiene sesiones de oración y financia iglesias evangélicas rurales y centros de rehabilitación para adictos en Michoacán, de acuerdo con el Ejército.

"Le pido a Dios fuerza y me da dificultades para hacerme fuerte", dice uno de los lemas firmados por "El más loco" que fue hallado por soldados en un operativo el año pasado dentro de una casa de seguridad del cártel.

Creada en la década de 1980, La Familia ha prometido frenar en el estado las ventas de un tipo de metanfetaminas de bajo precio popular entre jóvenes conocida como "Ice", diciendo que destruye a las comunidades locales. No obstante, exporta toda la producción de metanfetaminas a Estados Unidos.

En una llamada telefónica a un canal local de televisión la semana pasada, un integrante del cártel dijo que su principal objetivo era traer orden a Michoacán, ayudar a los pobres dándoles dinero y proteger a las familias trabajadoras.

"Se quieren ver como figuras al estilo Robin Hood", dijo Julián Gudiño, consultor sobre seguridad en la Ciudad de México. "Obviamente es falso, pero si tienen el apoyo local pueden manejar su negocio de narcotráfico con mucho más facilidad", agregó.

SUMAMENTE VIOLENTO

Mientras La Familia ha crecido para ampliar sus redes de distribución en estados de Estados Unidos como Georgia, California e Illinois, también se está enfrentando al brazo armado del cártel del Golfo, "Los Zetas", un grupo criminal del noreste de México que trata de tomar control en Michoacán.

En un anuncio de plana completa en diarios locales publicado en el 2006, La Familia dijo que estaba combatiendo el "destructivo poder" de Los Zetas publicitándose como un cártel que "ayuda a las familias".

Algunos residentes en Morelia dicen que La Familia podría ser un mal menor.

"Si el Ejército no puede contra los narcos, pues preferiría que tuvieran un interés en nuestras comunidades, incluso cuando sea sólo para el beneficio de su negocio", dijo Ana Tinoco, una mesera sentada cerca de la majestuosa catedral de Morelia.

Pero La Familia no es una organización dulce y cariñosa.

Una violenta lucha contra Los Zetas en Michaocán, a unas cinco horas en carro de la Ciudad de México, ha causo la muerte de unas 300 personas este año en el estado, que es un reflejo de lo que ocurre en México.

La guerra de las drogas en el país ha dejado 12,800 muertos desde diciembre del 2006, en medio de crecientes preocupaciones entre turistas e inversionistas.

Sumamente violento, el cártel abandonó la semana pasada los cuerpos con signos de tortura de 12 policías en una zona aislada como venganza de la captura de uno de los líderes de la organización criminal.

"Los delincuentes ya tienen un objetivo muy preciso. No hay temor ante la presencia militar", dijo Minerva Bautista, jefa de la policía estatal.

La Familia también ejerce gran poder entre políticos locales. Policías y militares arrestaron en mayo a 10 alcaldes, jefes policiales, varios funcionarios y hasta un juez de Michoacán acusados de tener lazos con el cártel.