MÉXICO DF, 17 Ene. (Notimérica) -
Durante su primera semana en el penal del Altiplano, Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera, preso número 3870, ha sido cambiado en varias ocasiones de celda, amenazado constantemente por un perro y acompañado de 35 custodios que le vigilan las 24 horas del día.
Desde que fuera capturado hace ya más de una semana y mientras se llevan a cabo las conversaciones entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y las autoridades mexicanas para lograr su extradición, 'El Chapo' Guzmán ha visto como se han cambiado los hábitos a los que estaba acostumbrado en la prisión del Altiplano, de donde logró fugarse en julio de 2015 por un túnel.
'El Chapo' ha sido cambiado varias veces de celda, siempre va esposado y vigilado por 35 personas encargadas directamente de su custodia para evitar una tercera fuga.
Gobernación asegura haber reforzado la seguridad dentro y fuera del Centro Federal de Readaptación Social número 1 (El Altiplano) --el mismo del que se fugó hace seis meses. Para llegar hasta la prisión, primero se debe pasar por un puesto militar en el que hay estacionados varios tanques de guerra. Policías federales rodean la zona.
Fuentes del gobierno mexicano aseguran a 'BBC Mundo' que pronto habrá 10 veces más el número de cámaras que había en El Altiplano. Además, habrá un equipo de élite dedicado a vigilar a 'El Chapo' las 24 horas del día.
Por otra parte, el nuevo responsable directo de la vigilancia del capo sinaloense es Salvador Almonte Solís, elegido director del Altiplano a finales de diciembre. Tal y como señala 'Proceso', Almonte Solís carece de experiencia en penales de alta seguridad.
Sin embargo, 'El Chapo' no estará custodiado por alguien sin experiencia, sino también por un funcionario superior que ha reprobado sus exámenes de control de confianza, Emanuel Castillo Ruiz, jefe del director del penal del Altiplano.
Además, el narcotraficante mexicano ha sido trasladado a un segundo piso del penal. A su vez, las autoridades federales intentar eliminar y cerrar las investigaciones relacionadas con los servicios públicos implicados en la huida del capo el pasado 11 de julio de 2015.
Según publica el diario mexicano 'Progreso', el gobierno del presidente de México, Enrique Peña Nieto, se prepara para cerrar el expediente de la fuga del pasado julio, enfocado a empleados menores. Mientras tanto, la única funcionaria de la Secretaría de Gobernación acusada por la fuga del sinaloense, Celina Osegura Perra, ve en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos un camino hacia la prisión domiciliaria.
Expertos aseguran que el problema es que los edificios de las prisiones y los sistemas de seguridad en México son de primera calidad, pero la gente que las administra no está bien entrenada ni son de confianza.
El abogado de Joaquín Guzmán Loera, Juan Pablo Badillo, indicó esta semana que presentará un amparo en contra de la incomunicación en la que se mantiene a Guzmán desde que fuera apresado.
Badillo lleva representando legalmente a Guzmán desde 1993, cuando fue detenido por primera vez en Guatemala. En esta ocasión ha señalado que desde diciembre de 2014 ha presentado ocho amparos en favor de su cliente contra una extradición a Estados Unidos, abatimiento al momento de ser detenido y el más reciente por incomunicación.
El sistema judicial mexicano solamente cuenta con 3,5 jueces por cada 1.000 habitantes, pese a que la media internacional es de 16 jueces. "Creo que México es muy vulnerable en términos de sus habilidades para retenerlo", dice Sánchez Lara, de la Universidad de las América, a 'BBC Mundo'. "Lo que me preocupa es que corrompa o amenace con violencia a los jueces y a los trabajadores del gobierno que están implicados en el proceso de extradición".
El envío del capo 'narco' a Estados Unidos para hacer frente a la justicia fue discutido el martes durante una reunión en Miami entre la procuradora general de México, Arely Gómez, y representantes de la justicia estadounidense. Funcionarios de ambos países han dicho que el proceso para extraditar a Guzmán podría tardar un año o más.