SANTIAGO, 1 Jun. (De la corresponsal de Europa Press Claudia Riquelme) -
Los estudiantes secundarios chilenos mantuvieron hoy la paralización de actividades en demanda de gratuidad en el transporte público y en la prueba de acceso a las universidades estatales, así como de reformas de las leyes educacionales, en su tercer día de manifestaciones en todo el país, y se encuentran a la espera de una respuesta final de La Moneda, la cual el posible que llegue en las próximas horas.
Esta tarde, después de un Comité Político de Ministros encabezado por la presidenta, Michelle Bachelet, el portavoz del Ejecutivo, Ricardo Lagos Weber, explicó que La Moneda prepara una contraoferta para los estudiantes, la cual, según subrayó, será "razonable" de acuerdo a sus demandas y a los recursos públicos.
"El Gobierno les ha señalado a los estudiantes que en el transcurso del día de hoy o mañana por la mañana, cuando nos reunamos con ellos, se les va a hacer presente lo que es la propuesta del Gobierno respecto de lo que razonablemente Chile puede dar en materia de mejora de calidad de la educación", indicó.
En este sentido, hizo hincapié en que esperan que "la madurez que han demostrado los dirigentes estudiantiles al plantear un cambio que le importa al país también se refleje a la hora de entender lo que son las restricciones (de la propuesta) y las otras necesidades que tiene el país".
APOYO DE PROFESORES Y UNIVERSITARIOS
Por otro lado, las protestas que se registaron hoy, a diferencia de los días anteriores, se han llevado a cabo de manera pacífica y no se han registrado incidentes ni detenidos.
En tanto, el Colegio de Profesores de Chile anunció que respaldará el posible paro nacional que anunciaron los estudiantes para el próximo lunes, 5 de junio, el cual tiene carácter de indefinido e involucra a trabajadores y alumnos de todos los niveles.
Asimismo, las federaciones de estudiantes universitarios anunciaron que también respaldarán el llamamiento de los de Secundaria, en lo que se constituye el movimiento estudiantil más grande ocurrido en Chile desde 1972 y el primer conflicto social que enfrenta el Gobierno de Michelle Bachelet desde que asumió el poder el pasado 11 de marzo.