Actualizado 10/12/2010 13:20

Chile.- El ingeniero jefe de la mina San José tenía la convicción de que "no estaban muertos"


MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ingeniero jefe a cargo de la liberación de los 33 mineros que estuvieron atrapados durante 69 días en la mina chilena San José el pasado verano, André Sougarret, ha reconocido este viernes que el equipo de rescate "tenía la convicción de que no estaban muertos".

"Había agua, había aire, la zona del derrumbe no era la zona donde estaban trabajando", ha justificado en rueda de prensa en Madrid el ingeniero Sougarret, añadiendo que se sentían obligados a "dar una respuesta positiva o negativa a los familiares, se la merecían".

El ingeniero de minas ha contado los primeros momentos en la mina San José y cómo él mismo "tomó conciencia de que era el líder del rescate". "Se utilizaron nueve máquinas de sondeo, realizando veinte pozos, consiguiendo tres aciertos", ha añadido.

"El momento más difícil fue los días previos al contacto, estábamos expectantes cuando la sonda pasó los 700 metros", ha explicado Sougarret. Cuando la sonda pasó los 740 metros, donde se supone que estaba el refugio de los trabajadores, y no hubo ninguna señal de los mineros, "cundió el pánico, hubo mucha presión de los familiares y de los trabajadores de las minas cercanas que querían bajar a rescatar a sus compañeros".

En el momento en el que se contactó con los 33 mineros, el trabajo se dividió en dos: realizar un acceso y mantener a los mineros sanos. Según el ingeniero jefe, la roca era muy dura y se decidió realizar tres túneles para tener varias alternativas para llegar a los trabajadores atrapados.

El Ministerio de Salud chileno se encargó de mantener en estado saludable a los 33, tanto física como mentalmente, para lo que contactó con la NASA, la agencia aeroespacial estadounidense, experta en situaciones complejas.

Con este fin, se realizó un sistema de videoconferencia para que cada trabajador pudiese hablar con sus familiares durante ocho minutos los sábados y los domingos. Sougarret ha explicado que se emocionó al ver como la hija de José Henríquez, uno de los atrapados, se lanzó para abrazar al monitor al ver a su padre en la pantalla. "Emociona al saber que estaban muy cercanos y a la vez muy lejos", ha comentado.

Actualmente, existe un mayor control de la seguridad en las grandes minas chilenas, según el ingeniero de minas, pero el problema son las pequeñas y medianas empresas que se dedican a la explotación minera y no cuentan con todos los requisitos de seguridad.

Sobre el estado actual de los trabajadores, Sougarret ha explicado que siguen en un proceso de estabilización, con controles médicos semanales. "Algunos tienen problemas de sueño, deben adaptarse a su condición de personaje público, aunque ellos deben decidir su vida futura y nosotros les ayudamos", ha declarado.

Por último, Sougarret, que se confiesa católico, cree que "hubo algo de ayuda o de suerte" en el rescate y en la localización de los 33 a través de la sonda. "La fe de los familiares nos ayudó a todos", ha añadido.