Actualizado 17/12/2013 22:08

La lava rocosa sigue en movimiento un año después de la erupción

Lava en el volcán de la isla Stromboli, en Italia
Foto: REUTERS

SANTIAGO, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Científicos han conseguido captar el movimiento de la lava rocosa conocida como el flujo de obsidiana y han concluido que ésta se mantiene en movimiento más de un año después de la erupción.

   La investigación, publicada en la revista Nature Communications, se llevó a cabo mediante observaciones de un amplio campo de flujo de lava riolítica activa de la erupción de 2011-2012 en el complejo volcánico chileno Cordón Caulle.

   El doctor Hugh Tuffen, de la Universidad de Lancaster (en el noroeste de Inglaterra) y otros científicos tomaron las primeras medidas de este flujo de lava y encontraron que se mantiene en movimiento más de un año después de la erupción.

   Según explicó a la BBC el doctor Tuffen, el equipo visitó en enero de 2012 el complejo volcánico donde unos meses antes, en en junio de 2011, se había registrado una gran erupción que aún se encontraba activa.

   Así, además de observar la erupción, los científicos filmaron la lava, una masa de roca negra de más de 30 metros de espesor, mientras bajaba "lentamente por la montaña".

   "Lo interesante fue que seguía su camino", señaló Tuffen, quien explicó que incluso luego de que la erupción se detuvo, "todavía fluía muchos meses después".

   La lava avanzaba al principio varios metros por día y luego, al enfriarse su corteza rocosa espesa, se desaceleró. Pero, según los datos del doctor Tuffen, más de un año después de la erupción, la lava sigue avanzando a un ritmo diario de entre 1,5 metros y 3 metros.

REVELA MUCHOS SECRETOS

   Los investigadores filmaron y tomaron fotografías del flujo, y al juntar estas imágenes produjeron un modelo 3D de la forma cambiante del flujo de obsidiana.

   Este estudio ha revelado "muchos secretos sobre cómo avanzan las lavas". "Así que ahora podemos hacer nuevos modelos que pueden abarcar todos los diferentes tipos de lavas en el planeta y cómo se mueven", agregó el doctor Hugh Tuffen.

   Por su parte William Burton, del Servicio Geológico de Estados Unidos, destacó que conocer lo que han aprendido en este trabajo "puede ayudar a predecir dónde va a ir después el flujo".

   De este modo, si se acerca a una ciudad, "uno podría ser capaz de utilizar algunas de las lecciones que aprendieron", dijo Burton, quien apuntó que el lugar más probable para la próxima erupción volcánica riolítica es cerca del lago Mono, en el norte de California, una popular zona de esquí.