SANTIAGO, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cuatro líderes mapuches condenados en Chile por su presunta vinculación con el atentado a un fiscal cumplen este viernes un mes en huelga de hambre en demanda por un juicio justo en el que no se aplique la polémica Ley Antiterrorista, rechazada por organizaciones de Derechos Humanos.
Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical han perdido más de 12 kilos y su estado de salud es delicado debido a las secuelas del ayuno de 80 días que realizaron a finales del año pasado junto a otros 30 indígenas, según han denunciado las comunidades mapuches en protesta.
Los cuatro líderes fueron sentenciados el pasado febrero a penas de 20 y 25 años de prisión por el tribunal de Cañete, en la región de Bío-Bío (centro), tras ser declarados culpables de los delitos de atentado a la autoridad y robo con intimidación, por su presunta vinculación en el ataque contra el fiscal Mario Elgueta ocurrido en el año 2008.
En el juicio se utilizó como marco jurídico la Ley Antiterrorista, promulgada durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) para perseguir a sus opositores, pero los gobiernos de izquierda de la Concertación no la derogaron y la continuaron aplicando para algunos crímenes, a pesar de que la ONU ha criticado esta normativa porque discrimina a las comunidades indígenas.
Natividad Llanquileo, portavoz de los presos, ha advertido de que los cuatro mapuches en huelga serán juzgados nuevamente por los mismos delitos pero, esta vez, en un tribunal civil, después de que a finales del año pasado fueron absueltos por una corte marcial gracias a un acuerdo con el Gobierno de Sebastián Piñera.
"Esto se produce simplemente porque a los comuneros mapuches se les aplica un doble procesamiento, lo que está prohibido por el Derecho Penal en general y por nuestras normas constitucionales y los tratados internacionales para evitar esto, una doble condena o bien decisiones contradictorias", ha dicho por su parte Pablo Ortega, abogado de Héctor Llaitul.
"Esto no sucedería con un ciudadano chileno, un delincuente común, un miembro de la clase alta y no sucedería si no tuvieran apellidos mapuche", ha insistido Ortega en declaraciones citadas por Radio Universidad de Chile.
El pueblo mapuche representa casi el 25 por ciento de la población chilena, según datos de organizaciones indígenas, y sus principales asentamientos se encuentran en Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago.
Los indígenas denuncian que en esa región tienen tierras que les pertenecen desde antes de la colonización española, las cuales, según ellos, les fueron despojadas.