SANTIAGO, 9 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Un grupo de presos de la cárcel chilena de la ciudad de Curicó, ubicada a 188 kilómetros al sur de Santiago, denunciaron malos tratos en su contra de parte de Gendarmería (policía de prisiones) empleando como pruebas fotografías tomadas con la cámara incorporada a teléfonos móviles.
Los reclusos presentaron la denuncia a pesar de que el uso de estos aparatos está estrictamente prohibido en el interior de las cárceles chilenas.
Los presos entregaron a la justicia fotografías que muestran las huellas de las palizas que habrían recibido tras un frustrado intento de fuga, ocurrido días atrás. Las instantáneas muestran a los reos con hematomas y laceraciones en la espalda y extremidades.
A pesar de la ilegalidad en la forma de obtener dichas pruebas, el fiscal que investiga el caso, Mauricio Richards, decidió considerarlas como válidas y las incluyó en el expediente de la causa judicial, a partir de la cual se ha impulsado un sumario en contra de los 14 policías que fueron denunciados por los reos.