SANTIAGO, 17 Feb. (Notimérica) -
Este 17 de febrero se cumplen 30 años del fatídico accidente ferroviario de Queronque (Chile), que terminó con la vida de más de un centenar de personas y dejó 510 heridos.
El incidente se produjo en el tramo cercano al puente de Queronque, entre las estaciones de Peñablanca y Limache, en la región de Valparaíso. A las 19:45 de aquel lunes, el tren expreso AES-16, que viajaba desde Valparaíso hacia la estación Mapocho de Santiago, chocó de frente en una curva con el tren AES-9, que se dirigía a Valparaíso desde Los Andes.
El impacto fue de tal magnitud que ambas máquinas, que transportaban en total cerca de 1000 personas, quedaron incrustadas entre sí.
Hasta la mañana del día siguiente el personal de emergencias no logró separar a ambos trenes, iniciándose así el rescate final de los fallecidos, muchos de los cuales no pudieron ser identificados.
Treinta años después de la tragedia, el segundo maquinista Jaime González, quien viajaba en el tren que se dirigía a Santiago, le relató al diario 'La cuarta' cómo vivió lo ocurrido.
"Quedé aletargado, pero nunca perdí el conocimiento. Al rato siento una fuerte explosión que levantó tierra. Explotaron los depósitos de aire principal, que abastecen el frenado. Pensé en ese momento que nos habían puesto una bomba, ya que se habían registrado atentados en la zona. Traté de bajarme, pero no podía. Al final, lo hice como en cámara lenta. Traté de correr, pero no podía. Iba con el tobillo luxado", recordó.
González explicó cómo ayudó a algunas de las víctimas abriendo las tres puertas que estaban bloqueadas. "Fue todo tan terrible. Vi a un padre desesperado con el cuerpo de su hijo buscando su cabeza", aseguró.
LAS CAUSAS DEL ACCIDENTE
En cuanto a las causas del accidente, fueron de varios tipos. En primer lugar, aquel fatídico día sólo existía una vía férrea para la circulación de los trenes que corrían en ambos sentidos, ya que el puente cercano al suceso estaba siendo reparado tras un atentado terrorista que tuvo lugar el año anterior.
Además, el sistema de comunicaciones no era el más adecuado, mientras que la señalización eléctrica no funcionaba y, según medios locales, pocos días antes habían robado los cables del teléfono interno.
Como consecuencia, cuatro funcionarios de Ferrocarriles del Estado fueron procesados, aunque siempre alegaron que el accidente se debió a las precarias condiciones en que se efectuaba la labor de coordinación.
Desde lo ocurrido, el servicio de trenes Santiago-Valparaíso no ha vuelto a estar operativo, a excepción del verano de 1992. En la actualidad, esa vía únicamente se utiliza para trenes de carga.