SANTIAGO, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Federación Nacional de Empresas de Aseo, Jardines y Rellenos Sanitarios de Chile ha iniciado este lunes un paro general, que cuenta con el apoyo de unos 34.000 trabajadores a nivel nacional, los cuales exigen un aumento de salarios y una disminución en las horas de trabajo.
Así lo ha manifestado el presidente de la agrupación, Armando Soto, quien ha agregado que si no obtienen una respuesta no se descarta reunir a los trabajadores para radicalizar la manifestación, según ha informado el diario 'El Mercurio'.
"No estamos haciendo ningún desmán. Sólo estamos en nuestros lugares de trabajo, pero no descartamos juntar a todos los trabajadores y marchar juntos a La Moneda como una forma de hacer presión. Y si esto se complica más, hay algunas otras medidas que podemos tomar", ha advertido el dirigente.
Respecto a las demandas sostuvo que "estamos pidiendo un cien por ciento de aumento. Un conductor gana 400.000 (590 euros) y estamos pidiendo 700.000 (1.000 euros). Un recolector gana 225.000 y pedimos 450.000 pesos. Y un barredor que gana el mínimo estamos pidiendo 300.000 para ellos".
De igual modo, ha indicado que las protestas se están llevando a cabo en las regiones de Coquimbo, Metropolitana, O'Higgins, del Maule y del Biobío.
NO TUVIERON RESPUESTAS EN SOLICITUDES PREVIAS
El dirigente Armando Soto ha sostenido que en la Región Metropolitana son cerca de 18.000 los trabajadores que secunda el paro y ha denunciado que hace dos meses el gremio envió una carta a la entonces ministra del Trabajo y actual candidata presidencial, Evelyn Matthei, para hablar de los salarios, pero no obtuvieron respuesta.
"Aquí es el Estado el que tiene que intervenir. Hemos agotado todas las instancias con las Asociación Chilena de Municipalidades. Firmamos tres acuerdos con ellos, que no han dado ningún resultado. Por tanto es el Gobierno el que tiene que intervenir", ha destacado Soto.
Asimismo, el dirigente ha detallado que las personas que trabajan directamente con los municipios, a diferencia de ellos que lo hacen en empresas privadas, ganan un 50 por ciento más y que ellos trabajan 45 horas semanales. "El Estado ha sido permisivo con este sector. Ellos no han hecho nada, todo el mundo sabe que trabajamos 70 horas semanales", ha cuestionado el dirigente.