Actualizado 07/09/2007 01:08

Clima.- Aumenta a 64 el número de víctimas mortales provocadas por el paso del huracán 'Félix' por los Cayos Miskitos


PUERTO CABEZAS (NICARAGUA), 6 Sep. (EP/AP) -

Al menos 24 cadáveres de pescadores fueron rescatados hoy de las aguas de los Cayos Miskitos, con lo que el número de fallecidos tras el paso del huracán 'Félix' por la costa noreste de Nicaragua asciende ya a 64, según informó un responsable de los servicios de emergencia del país centroamericano.

Responsables hondureños informaron desde Tegucigalpa de que habían localizado 24 cadáveres en las aguas Miskitos, pero 32 personas continuaban desaparecidas y al menos 52 habían sido rescatados con vida del mar. Los supervivientes, muchos de ellos deshidratados, estaban siendo atendidos en Villa Morales, Honduras, cerca de la frontera con Nicaragua.

Entrevistado por teléfono desde la costa remota de la selva, el coronel hondureño Saúl Orlando Coca explicó a AP que responsables estadounidenses y hondureños patrullaban el océano y la costa en botes y helicópteros, mientras soldados recorrían las playas a pie. Los residentes locales buscaban a los desaparecidos.

Según informó un responsable de la defensa civil nicaragüense, el capitán de un barco pesquero dijo a las autoridades nicaragüenses que recogió nueve cadáveres en descomposición del océano y los estaba trasladando a tierra, pero esta información aún no estaba confirmada.

Mientras, los que soportaron la tormenta en tierra carecían todavía de agua potable. Unos 150.000 miskitos --descendientes de indígenas, colonos europeos y esclavos africanos-- viven en las islas de los arrecifes y aldeas de la selva, principalmente en la costa de Honduras y Nicaragua.

El Gobierno nicaragüense ha dicho que necesitaría al menos 30 millones de dólares para reconstruir las zonas afectadas por el paso de 'Félix'. La escasez de alimentos y combustible continuaba hoy pese a que la ayuda estaba llegando a Puerto Cabezas, la capital regional a la que el acceso es difícil incluso en buen tiempo. El ministro hondureño de Defensa, Arístides Mejía, envió barcos y un helicóptero militar para ayudar en los rescates.

El presidente hondureño, Manuel Zelaya, afirmó que "están llegando cuerpos en estado de putrefacción" de miskuitos nicaragüenses hasta las playas hondureñas en el Caribe. Zelaya agregó que otros miskitos nicaragüenses fueron rescatados anoche por la fuerza naval hondureña en la misma zona.

"Estaban flotando en el mar Caribe, en frente del cabo (hondureño) de Gracias a Dios. Llevaban un día flotando", dijo Zelaya en la ciudad de San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, una de las ciudades hondureñas que sufrió las inundaciones.

"La fuerza naval y la fuerza aérea hondureña están complementando esfuerzos con Nicaragua con el fin de buscar y cooperar con esta gente que realmente sí tiene una tragedia", apuntó Zelaya.

Mientras, el Comando Sur de las fuerzas armadas estadounidenses envió un buque anfibio a Nicaragua para ayudar a coordinar los esfuerzos de socorro. Venezuela también envió ayuda y 57 médicos y enfermeras de Cuba que ya estaban en la costa miskito se sumaron a las tareas de ayuda.

'Félix' cobró fuerzas rápidamente en las aguas profundas y cálidas del sur del Caribe. Nicaragua decretó la advertencia de huracán 24 horas antes de que la tormenta llegase a la costa, y se apresuró a notificar a la remota región autónoma de la costa atlántica, que tiene profunda desconfianza en el Gobierno. Pocos se dieron cuenta de que la tormenta iba a llegar a la categoría 5 tan rápidamente.

Hoy, el que fuera un potente huracán se vio reducido a persistentes lluvias en el estado mexicano de Chiapas, pero los ríos crecidos y las inestables laderas de montañas impidieron que miles de personas regresasen a sus casas en Centroamérica. En Honduras, un adolescente de 15 años fue sepultado por lodo cuando trataba de reparar una tubería de agua en Tegucigalpa y un hombre de 34 años se ahogó en una zanja en El Progreso.

Los restos de Henriette, mientras tanto, provocaron lluvias el jueves en los estados norteamericanos de Nuevo México y Arizona. Ese huracán azotó el miércoles México por segunda vez en dos días, entrando a tierra por la ciudad portuaria de Guaymas y debilitándose sobre el desierto de Sonora.

Henriette dejó nueve muertos, incluyendo un pescador de almejas arrastrado por la marea alta y un pobre que se cayó cuando reparaba su techo. Una mujer se ahogó en el oleaje en Cabo San Lucas, y avalanchas de lodo sepultaron a seis en Acapulco.