Actualizado 22/10/2008 15:43

Clima.- El devastador paso del huracán Mitch cambió el sistema de respuesta de Cruz Roja ante catástrofes naturales

Diez años después, las ONG continúan en la zona afectada para la consolidación de proyectos y prevención ante nuevas tormentas


MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El devastador paso del huracán Mitch por Centroamérica hace ahora diez años supuso un antes y un después para Cruz Roja en el campo de la cooperación internacional, y más concretamente en las acciones ante catástrofes naturales, ya que supuso la inauguración del sistema de respuesta inmediata que se ha venido aplicando desde entonces en otras partes del mundo.

Además, lo ocurrido hace diez años en Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador ha servido para que esta respuesta no se quede en el corto plazo, sino que la ayuda se extienda en el tiempo y aún hoy perdure con el propósito de estar preparados ante las tormentas y huracanes que todos los años sacuden Centroamérica.

El 24 de octubre de 1998, el huracán Mitch llegó a las Islas de Bahía, Honduras, originando vientos de más de 300 kilómetros por hora. En tres días asoló la zona y se trasladó, ya como tormenta tropical, hasta el territorio continental descargando agua durante días en todos los rincones de Honduras, el norte de Nicaragua y zonas limítrofes de El Salvador y Guatemala.

La deforestación, el desbordamiento de ríos y la falta de preparación de la población para hacer frente a este tipo de inclemencias provocaron la peor catástrofe natural que ha sacudido la región en el último siglo, un desastre que provocó 10.000 muertos y millones de afectados.

MÁS DE 500 PROYECTOS

Cruz Roja Española, la ONG nacional que más proyectos ha desarrollado en la zona afectada, se puso en marcha de inmediato para ayudar a los damnificados. En rueda de prensa en Madrid, el coordinador general de la organización, Antoni Bruel, explicó que las aportaciones de particulares, organismos públicos y empresas privadas ascendió a 87 millones de euros, lo que posibilitó la respuesta humanitaria.

Bruel destacó los programas habitacionales, ya que un millón y medio de personas perdieron sus hogares. Así pues, Cruz Roja ha construido en la zona más de 2.500 viviendas que benefician a 20.000 personas. Entre los proyectos destaca Ciudad España, en Honduras, una comunidad que alberga más de 1.000 hogares.

Además, se han llevado a cabo 119 proyectos de reconstrucción de escuelas que han repercutido en 60.000 alumnos. La salud comunitaria fue otro de los aspectos en los que más incidió la ONG para prevenir enfermedades y promover hábitos saludables, para lo que ha desarrollado un total de 30 proyectos que han beneficiado a 25.000 personas.

Bruel también hizo hincapié en programas de desarrollo económico y agrícola, de educación comunitaria para prevenir la violencia de género o desmovilizar a los grupos de pandilleros, así como proyectos de prevención de desastres que continúan hoy en día cuyos beneficiarios directos ascienden a 250.000 personas.

En total, Cruz Roja ha desarrollado en la zona afectada por el huracán Mitch más de 500 proyectos que han beneficiado a más de un millón y medio de damnificados. Así pues, es la ONG española que más proyectos de ayuda ha puesto en marcha tras esta catástrofe natural, lo cual, subrayó Bruel, ha sido posible gracias a "la solidaridad de los españoles".

Sin embargo, el coordinador general de Cruz Roja Española explicó que la ONG se dio cuenta de que todos los proyectos puestos en marcha en las comunidades centroamericanas podrían quedar destruidos por la violencia, principalmente entre 'maras' o pandillas de jóvenes. Así pues, se inauguró un programa de prevención y educación que intenta sacar a los jóvenes de estos grupos violentos para que trabajen en beneficio de su comunidad.

Para llevar a cabo este proyecto, Cruz Roja y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) firmaron un convenio por el que aportarán un total de 3,75 millones de euros para el trabajo en ocho países de Centroamérica y el Caribe.

REDUCCIÓN DE RIESGOS Y PREVENCIÓN DE DESASTRES

Con motivo de los diez años del huracán Mitch, otra ONG que actúa en la zona, Ayuda en Acción, hizo hincapié en que, además de una "respuesta humanitaria en el momento de la emergencia para salvar vidas y aliviar el sufrimiento humano", estas acciones son "insuficientes si queremos actuar sobre las causas que llevan a estas situaciones de desastre".

Por ello, consideró "necesario integrar la reducción de riesgos y prevención de desastres en las políticas y planes de desarrollo y humanitarios". Según María Jesús Izquierdo, responsable de gestión de riesgos y acción humanitaria de esta ONG, "los gobiernos de los países afectados por desastres, las agencias y organizaciones de cooperación internacional tienen que dedicar esfuerzos y recursos para garantizar que la reducción de riesgos y prevención de desastres constituya una prioridad en las agendas políticas".

"El huracán Mitch fue un fenómeno natural que puso de manifiesto los altos niveles de vulnerabilidad institucional, ambiental, política y social de Centroamérica", añadió en un comunicado Haydeé Castillo, directora de los proyectos de Ayuda en Acción en el área de desarrollo de Nueva Segovia (Nicaragua).

Tras el paso del huracán, Ayuda en Acción también colaboró en la construcción de cientos de viviendas para las familias damnificadas, además de escuelas e instalaciones de agua potable, letrinas o electrificación, entre otros proyectos. También ha realizado programas educativos y de terapia psicológica con más de 5.000 niños y niñas beneficiados solo en un municipio.

En materia de agua y saneamiento, se han construido pozos, tanques de almacenamiento de agua, letrinas y redes de tuberías domiciliares. Paralelamente se han creado comités de agua para permitir su posterior mantenimiento. En coordinación con el Programa Mundial de Alimentos (PAM) se ha brindado atención alimentaria, se han creado brigadas de salud preventiva comunitaria, talleres de capacitación y atención médica.

Según la ONG, la sensibilización social sobre la importancia de la gestión del riesgo de desastres, ha permitido desarrollar un importante trabajo de reconstrucción de las zonas afectadas, asumiendo dinámicas cotidianas coherentes con el medio ambiente, que posibilita procesos de desarrollo más seguros y sostenibles.