Actualizado 14/06/2011 21:59

La ONU insta a los países a recortar partículas de combustión, ozono y metano para frenar el cambio climático

Con ello se obtendrían "múltiples" beneficios en el clima, la salud pública o la agricultura, según científicos


MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Programa de Medio Ambiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha elaborado un documento en el que urge a los países a realizar acciones más rápidas sobre distintos contaminantes de la atmósfera como las partículas de combustión, entre otras, con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura de la tierra en 2 grados centígrados o menos.

Así, en un informe publicado este martes en Bonn (Alemania), el organismo asegura que una acción más rápida sobre los contaminantes tales como las partículas de combustión, rebajar los niveles de ozono y metano podría ayudar a limitar el aumento de la temperatura dela Tierra por debajo de 2 grados centígrados y tendría "multiples beneficios" entre los que se encuentran la mejora de la calidad del aire o la salud humana, así como contrarrestar los efectos del cambio climático y supondría una oportunidad para decelerar el lento y serio derretimiento del Ártico.

En este sentido, el documento insta a realizar acciones urgentes y necesarias para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) bajo un Tratado del Clima de Naciones Unidas.

En el comunicado, el organismo afirma que proteger el clima a corto plazo es fundamental para cortar significativamenteel riesgo de un "cambio climático global amplificado" unido a una rápida y extensiva pérdida del hielo del Ártico sobre la tierra y el mar.

Además, asegura que una acción rápida también podría reducir la pérdida de los hielos glaciares, que se unen en parte, con los depósitos de carbón mientras se reduce el calentamiento previsto en el ÁRtico sobre las décadas venideras en aproximadamente dos tercios.

Los científicos que están detrás de esta evaluación, coordinada por el Programa de Medio Ambiente de la ONU y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), también destacan los numerosos beneficios para la salud pública y las oportunidades de seguridad alimentaria sobre y más allá de las ligadas a hacer frente al cambio climático.

Así, el análisis, cuyo secretariado está respaldado por el Stockholm Environment Institute, señala que grandes recortes en las emisiones de las partículas de combustión podrán mejorar la salud respiratoria, reducir los ingresos hospitalarios así como los días de pérdida de trabajo debido a la enfermedad. Además, se evitarían unas 2,5 millones de muertes prematuras debidas a la contaminación del aire.

Asimismo, una amplia reducción de los niveles del ozono en superficie podrían también contribuir a disminuir los daños en los cultivos entre un uno y un cuatro por ciento a nivel mundial en las producciones de maíz, arroz, soja y maíz.

De este modo, el análisis concluye que estos beneficios en el clima, la salud y la agricultura se deben a que mientras el indeseado CO2 puede permanecer en la atmósfera durante siglos, las partículas de combustión sólo persistirían días o semanas.

Sin embargo, los investigadores subrayan también el hecho de que mientras la acción rápida de las partículas de combustión y del ozono en superficie juegan un papel principal en limitar el clima a corto plazo, una acción inmediata y sostenida para cortar el CO2 es crucial si los aumentos de la temperatura van a ser limitados en el largo plazo.

De este modo, el informe insiste en que la combinación de esfuerzos en las acciones a corto plazo en el clima y las acciones a largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mejorarán las oportunidades de mantener por debajo de los 2 grados centígrados la temperatura global en el siglo XXI.

Los resultados, publicados en Bonn durante una reunión de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU ha sido compilada por un equipo internacional en el que han participado más de 50 investigadores dirigidos por el representante de la NASA Drew Shindell.

RAZONES CLARAS Y PODEROSAS PARA ACTUAR

A este respecto, el sub-secretario general de la ONU y director ejecutivo de la UNEP, Achim Steiner, ha destacado que hay ahora razones "claras, poderosas, abundantes y contundentes" para reducir los niveles de contaminantes como las partículas de combustión y el ozono troposférico junto con el metano. "Su creciente contribución al cambio climático es una de ellas", ha apostillado.

En su opinión, esta investigación incide en cómo la ciencia del cambio climático ha evolucionado a un nivel de madurez que ahora requiere de respuestas y de políticas robustas por parte de las naciones. "Los expertos ponen de manifiesto cómo unas pocas medidas de reducción de emisiones ofrecen dramáticos beneficios a la salud pública, la agricultura y ofrecen beneficios económicos y medioambientales", ha añadido.

Por otro lado, el documento sugiere que las acciones podrían ser catalizadas a través, no solo del proceso de la Convención de Cambio Climático de la ONU, sino también fortaleciendo los acuerdos y medidas de mejora de la calidad del aire a nivel nacional y regional.

Por su parte, el secretario general de la OMM, Michel Jarraud ha manifestado que la mayor atención se ha centrado en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, de CO2 o de reducir el cambio climático; sin embargo, en los últimos años se ha llegado a la conclusión de que hay un amplio rango de otros contaminantes que agravan este reto.

"Este informe subraya la necesidad de observaciones más fuertes, de mayores esfuerzos en las investigaciones y de aumentar la investigación y el conocimiento científico para entender el papel de todos estos contaminantes en el sistema del cambio climático. El Programa de Observación Global de la Atmósfera de la OMM está estableciendo estos retos como una prioridad", ha concluido.

Se espera que este trabajo esté listo para ser incluido en la próxima reunión de la Convención de Cambio Climático y, posteriormente, en la Cumbre del Clima que se celebrará a finales de este año en Durban (Sudáfrica).