BOGOTÁ, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha advertido este viernes de que dos de las trece personas que fueron secuestradas esta semana en el suroeste de Colombia habrían sido asesinadas por sus captores.
Un grupo de 13 personas fueron secuestrados el pasado 12 de septiembre en el municipio de Cumbitara, en el departamento de Nariño (suroeste), por presuntos miembros de la banda criminal Los Rastrojos. Nueve habrían sido liberadas horas después, mientras que el resto se encuentra en paradero desconocido.
Los representantes de la ONU en Colombia aseguran que cuatro de los secuestrados fueron asesinados por sus captores. Las víctimas serían Efraín Arzuza, de 29 años, y una trabajadora sexual no identificada. Las otras dos secuestradas son trabajadoras de un bar.
El secuestro se produjo durante una incursión de Los Rastrojos a Cumbitara, donde los delincuentes "amenazaron a la población" y "saquearon tiendas", pero además "sometieron a dos agricultores", de 21 y 33 años, a quienes "delante de todas las personas los descuartizaron vivos con machetes", denuncia la ONU.
Ante el temor de que se produzca un nuevo hecho de violencia, más de 70 personas se habrían desplazado a pequeños pueblos en Cumbitara y Magüi Payán.
La ONU denuncia que esa zona de Nariño se mantiene constantemente amenazada por Los Rastrojos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que practican reclutamientos forzosos e "impiden la movilización libre de las personas de varias comunidades".
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU "insta al Estado colombiano a adoptar todas las medidas urgentes de protección de la vida, la integridad y la seguridad de estas personas", al tiempo que "urge a las autoridades civiles y militares a atender la situación de forma debida, a permanecer en la región y a cumplir con su obligación de respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos".