Actualizado 11/09/2006 19:58

Colombia.- Representantes indígenas regresan a Colombia tras alertar en la ONU sobre la degradación de Sierra Nevada


BOGOTA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Representantes de los pueblos indígenas kogui, wiwa, arhuaco y kankuamos regresan hoy a Colombia después de renunirse en la sede de Naciones Unidas en Nueva York con representantes de la ONU para tratar la protección de Sierra Nevada de Santa Marta.

Bajo el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el denominado 'Grupo de Amigos de la Sierra Nevada de Santa Marta' realizó este viaje para alertar sobre la urgencia de proteger el Medio Ambiente y, en este contexto, sobre la necesidad de rescatar la sierra colombiana.

Durante su estancia en Nueva York, los representantes indígenas se reunieron con el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Jan Eliasson; el subsecretario general para Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, José Antonio Ocampo; la Directora Ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy, y los expertos del PNUD, Hans Buvollen y Neal Walter.

Además, el pasado 6 de septiembre tuvo lugar en Washington el foro 'Un mensaje desde el corazón del mundo' patrocinado por el PNUD y el BID, en el que participaron el Representante Residente del PNUD en Colombia Bruno Moro, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.

Esta iniciativa cuenta con el respaldo de personalidades del mundo empresarial y de la política norteamericana, así como con expertos y estudiantes del Smithsonian Institut American Indian Museum, de la Universidad de Georgetown y del Museo de Historia Natural.

La pérdida de las tierras ancestrales, la usurpación de territorios, los cultivos ilegales y el conflicto armado en Colombia han contribuido a la destrucción del 72% de los bosques originales de la zona, la pérdida de biodiversidad y la erosión del suelo, entre otros factores, que amenazan el futuro de este territorio y de su población, así como los recursos acuíferos de los cuales dependen 1,5 millones de personas.

Las tierras que hasta la fecha han sido legalmente devueltas a los pueblos indígenas han experimentado una significativa renovación ambiental lo que ha permitido mejorar las condiciones de vida de sus pobladores.