Al parecer, los policías fueron víctimas de una emboscada y los militares implicados intentaron confundir a los investigadores
BOGOTÁ, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó hoy que apoya "totalmente" las decisiones que adopte la Fiscalía en lo que respecta al caso de los diez policías y su informador asesinados en la localidad de Jamundí, situada en el Departamento del Valle del Cauca, que hoy supuso la detención de ocho militares implicados en el enfrentamiento entre el Ejército y los agentes el pasado 22 de mayo.
"Creo que procedimos bien cuando, en un rápido análisis de las primeras noticias de esa tragedia, llegamos a la conclusión de que la Justicia Penal Militar se debía abstener de iniciar el conocimiento del tema, por cuanto que allí aparecía nuevamente una Fuerza en una dificultad con otra Fuerza", señaló el mandatario.
Durante su intervención en la ceremonia de ascenso de 293 subtenientes en la Escuela Militar de Cadetes 'General José María Córdova', Uribe manifestó que el haber procedido con rapidez y transparencia "es un mensaje que advierte a las personas que se encuentran al margen de la ley, que serán disuadidas y no se les permitirá afectar las instituciones".
Asimismo, recordó que en el interior de las Fuerzas del Estado debe haber "afecto y solidaridades, pero no complicidades", ya que "una cosa es la solidaridad para servir a Colombia, el afecto para que cada uno ayude al otro, y otra muy distinta es la complicidad con el crimen".
INVESTIGACIÓN
En lo que respecta a la investigación del caso, la Fiscalía General de la Nación mantiene la tesis de que la muerte de los diez agentes de la Dirección de Policía Judicial (Dijín) y un civil fue producto de una emboscada preparada por una patrulla militar perteneciente al batallón de alta montaña 'Rodrigo Lloreda'.
Según informó el fiscal general, Mario Iguazán, la acción fue un mandato del narcotráfico, y afirmó que los militares incluso quisieron "montar coartadas" para confundir a los investigadores, dentro del desarrollo de las investigaciones para aclarar lo ocurrido, según informa la emisora local 'Radio Caracol'.
La Fiscalía constató que mediante el uso de teléfonos móviles los militares prepararon el ataque al grupo de élite antidrogas, para lo que usaron siete granadas, tiros de fusil y un francotirador. Los diez agentes de policía fueron atacados desde siete lugares distintos. Por ello, los ocho militares detenidos esta mañana serán acusados de homicidio agravado.