BRASILIA, 18 Jul. (Notimérica) -
El Gobierno francés ha enviado al Ministerio de Asuntos Exteriores la confirmación del fallecimiento de la brasileña Elizabeth Cristina de Assis Ribeiro, de 30 años, que permanecía desaparecida tras el atentado sufrido en la noche del jueves en Niza, en el sur de Francia, pero que este domingo, gracias a la prueba de ADN, se identificó el cuerpo de la mujer.
El fiscal general francés, François Molins, confirmó el viernes que hay 84 personas muertas y 202 heridos después del atentando.
Esta brasileña nació en la zona norte de Río de Janeiro y llevaba viviendo en Suiza más de 20 años. Estaba casada y era madre de tres hijas, Kayla de 6 años, que también murió en el ataque, Djulia de 4 años y Kimea de 7 meses, estas dos últimas no perdieron la vida gracias a la intervención de su padre Sylan.
Según las autoridades suizas la familia se encuentra en "estado de shock, pero ya se encuentran fuera de peligro".
De momento, de acuerdo con un comunicado del Consulado de Brasil en París, hay otras dos personas brasileñas que se encuentran desaparecidas y que aún no han podido ser identificadas.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, pidió a la cancillería de su país "redoblar los esfuerzos" para asistir a los brasileños afectados por el atentado en Niza.
"Todos los medios del Gobierno federal serán puestos a disposición de las familias en busca de informaciones y para atender sus eventuales demandas por auxilio en este momento", afirmó un comunicado de la Presidencia de Brasil enviado este domingo.
Molins también confirmó que el atacante fue identificado como un francés de origen tunecino de 31 años que vivía en Niza. Su nombre, Mohamed Lahouaiej Bouhlel.
El fiscal general detalló la cronología de los hechos. Según su relato, a las 22.45 (hora local) de la noche del jueves el conductor de un camión frigorífico de 19 toneladas, alquilado el pasado 11 de julio en una localidad cercana a Niza, entró en la calle Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses) y circuló a lo largo de dos kilómetros, golpeando a numerosos espectadores reunidos en el paseo marítimo para presenciar los tradicionales fuegos artificiales de la fiesta nacional del 14 de julio, Día de la Bastilla.