CIUDAD DE MÉXICO, 2 May. (Notimérica) -
Durante 2015, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Culiacá, capital de Sinaloa (México), registró una elevada tasa de muertes en bebés por causas desconocidas. Los padres de estos niños han interpuesto una serie de denuncias ante la Fiscalía para esclarecer la muerte de sus hijos recién nacidos.
Se trata, concretamente de 23 muertes en bebés recién nacidos entre los meses de febrero, mayo, junio, julio, agosto y la primera quincena de septiembre del año 2015 en el mismo hospital. El delegado del IMSS Adalberto Castro fue cesado de su puesto después de que se interpusieran 19 denuncias penales.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y protección de Datos Personales (INAI) indicó a principios de este mes de abril que "es indispensable garantizar a estos padres una respuesta acerca de por qué regresaron a casa con los brazos vacíos y las medidas para que jamás vuelva a suceder".
En tan solo dos semanas --septiembre de 2015--, murieron doce bebés en el IMSS de Culiacán, debido, presuntamente a una contaminación bacteriana.
Según recogía el diario 'Proceso' el pasado febrero, la Procuraduría General de la República (PGR) inició la exhumación de los cadáveres para esclarecer la causa de la muerte de los pequeños.
"Ha sido un proceso largo, donde un perito externo contratado por los padres afectados colabora con la autoridad federal", detalló la abogada que lleva el caso, María Teresa Ochoa, añadiendo que "se van a hacer las exhumaciones de 13" de los niños fallecidos.
La exhumación marca un precedente ya que la PGR no tenía la infraestructura ni el protocolo para realizar algo así relacionado con los bebés, y por ser una posible negligencia médica en el hospital IMSS de Culiacán.
Precisamente el IMSS saltó a la escena social por protagonizar una negligencia médica con un recién nacido el pasado años, pues estudiantes de medicina cortaron por error el pene del bebé (http://www.notimerica.com/sociedad/noticia-estudiantes-medic...) al confundirlo con el cordón umbilical, una error que el IMSS tuvo que confesar, a pesar de que aseguraron que "la situación se ha corregido con el procedimiento habitual de la circuncisión del bebé".
Los padres de los niños fallecidos están dando pasos gigantes al afrontar la exhumación de sus hijos, a los que tan solo vieron apenas unas horas antes de fallecer por causas desconocidas.
FALTA DE HIGIENE
Según Guerra Ochoa, la muerte de los bebés quedó registrada oficialmente como sepsis neonatal o choque séptico. Por otra parte, el director general del IMSS, José Antonio González Anaya, confirmó en septiembre que se detectó la presencia de una bacteria en algunos bebés que se encontraban en el mismo área de terapia intermedia donde fallecieron los recién nacidos.
El IMSS es el principal sistema de salud en México, siendo a su vez el organismo de sanidad más grande de América Latina. Tal y como relata al diario 'Milenio' uno de los afectados, Francisco Javier Cortez Mora, tan solo pudo tener entre sus brazos a su hijo durante cuatro minutos, pues tras tres días después de haber nacido y de ser llevado al área de prematuros, falleció.
Cortez Mora y su mujer aseguran que nunca se les informó de la gravedad del estado de salud de su hijo, por lo que exige justicia por la muerte de él y de los demás bebés que murieron en circunstancias similares.
"A mi nunca me dijeron que mi hijo estaba grave, siempre me dijeron que estaba delicado pero estable, que iba a mejorar y en cuestión de horas me avisan que mi hijo murió", cuenta. "La doctora me dijo que se le había muerto al médico interno de la madrugada, que tuvo cuatro infartos, y que en el último no pudieron rescatarlo", añade.
Además, se une la falta de higiene que Cortez Mora asegura que había en el INSS. "En los cuneros donde estaba mi hijo siempre había suciedad. Desde que salías del elevador para entrar, lo que te recibía era un fuerte olor a orines, había manchas de sangre en el piso que duraron días sin que nadie las limpiara, las paredes estaban sucias, moho en el techo, las ventilas llenas de pelusas. También entraban internos comiendo sin ninguna protección, cuando a nosotros se nos exigía un aseo minucioso para entrar solo dos minutos a ver a nuestro bebé", relata indignado.
"No hay nada que nos repare el daño, lo único que nos queda es no quedarnos callados, que cada padre y madre piensen en los demás que vienen para que no vuelva a pasar esto", sentenció.