Actualizado 27/03/2007 20:12

Costa Rica.-Sindicalistas denuncian la situación "de desventaja" que sufren los trabajadores nicaragüenses en Costa Rica

Sindicalista nicaragüense demanda una mayor sensibilización de los emigrantes para aumentar la participación sindical


MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Federación de Trabajadores Bananeros del Departamento de Chinandega (FETRABACH-CST), en Nicaragua, Roberto Antonio Ruiz, lamenta que los trabajadores de este país que emigran a Costa Rica "son maltratados en su mayoría en los centros de trabajo y no reciben los mismos beneficios sociales que los trabajadores costarricenses".

En una entrevista concedida a la Confederación Internacional Sindical (CSI), Ruiz recuerda que los trabajadores nicaragüenses "tienen una larga tradición de emigración a Costa Rica, principalmente para trabajar en la agricultura".

El sindicalista explica el movimiento migratorio debido "a la reestructuración económica, el cierre de empresas, la reducción de los beneficios sociales de los trabajadores y la desaparición de los convenios colectivos". "Otros factores que han estimulado la migración han sido los desastres naturales", indica.

Sin embargo, "el país vecino, más próspero y más estable en el plano social, dista de ofrecerles condiciones de trabajo y prestaciones similares a las que disfrutan los trabajadores nacionales", señala Ruiz.

"Los empresarios y dueños de fincas prefieren contratar inmigrantes sin documentos para aprovecharse de su condición de ilegales y para no hacer efectivos todos sus derechos laborales como son los salarios justos, las horas de trabajo y las indemnizaciones", subraya. La mayoría de estos trabajadores desempeñan tareas en el sector agrícola, en la construcción y en los servicios.

"Se puede decir que hay dos tipos de migrantes, los que se van para no volver y los que cruzan la frontera para trabajar temporalmente en el sector agrícola agroexportador de Costa Rica, como en el caso de los trabajadores bananeros o los cosechadores de piñas", afirma Ruiz.

Ante esta situación, los sindicatos nicaragüenses mantienen conversaciones con la Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Costa Rica (COSIBA) y con la Confederación Rerum Novarum, con el objetivo de "mejorar las condiciones de los migrantes, para representarlos frente a las instituciones del Gobierno".

Así, "se ha discutido con las autoridades de migración de Costa Rica y con los con diputados del Parlamento, sobre la Ley de Migración que recientemente ha sido reformada en Costa Rica y que daña las condiciones laborales y humanas de los inmigrantes y sus familias", asegura el sindicalista, ya que los trabajadores "podrían ser deportados y perder sus beneficios de pre-aviso, pago del salario o de los días feriados, vacaciones o aguinaldos, incluso sus aportaciones para su pensión".

"No hablemos de los trabajadores que no tienen contrato ni residencia legal, ellos serán tratados como delincuentes comunes", denuncia el sindicalista. Por ello, desde Nicaragua se trabaja para que Costa Rica "ponga en práctica una amnistía migratoria para que todos los trabajadores que tengan sus derechos adquiridos se pongan en regla".

POCA PARTICIPACIÓN

En su entrevista, Ruiz lamenta que "la mayoría de migrantes indocumentados o documentados participan muy poco" en las actividades sindicales por lo que aboga por "una acción educativa y de sensibilización".

"Muchos de los migrantes son trabajadores jóvenes de 16 a 20 años, que no tuvieron experiencia ni laboral ni sindical en Nicaragua, lo cual influye para que no se afilien a los sindicatos cuando pasan la frontera", señala.

Ruiz defiende el trabajo sindical "porque servirá no sólo para la protección de los propios trabajadores, sino también para el fortalecimiento de las organizaciones sindicales que deben enfrentar los problemas de la globalización".