Actualizado 27/07/2010 14:55

Crónica Colombia.-MSF denuncia triple victimización de los civiles colombianos y pide a las autoridades que los atienda

La organización destaca la gran demanda de los servicios de salud mental y la efectividad de los tratamientos

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este lunes la triple victimización a la que se ven sometidos los civiles colombianos por la violencia que vive el país y que repercute directa o indirectamente sobre ellos, el abandono y la inoperancia de las instituciones que deberían atenderlas y el silencio y el estigma por parte de la sociedad. Además, MSF ha afirmado que sí es posible dar servicios de salud mental de calidad y de forma efectiva a la población afectada por el conflicto, algo que niegan las autoridades.

Así, durante la presentación hoy de su último informe, 'Tres veces víctimas', la organización ha subrayado que, durante su trabajo de campo, percibió que los numerosos problemas a los que se enfrentaban los civiles colombianos no se ceñía a tratar los problemas físicos, sino que eran patologías relacionadas con la salud mental.

La dificultad añadida radicaba en que las necesidades eran numerosas a la vez que no existían programas de salud mental. Ahora, MSF trabaja en trece de los 32 departamentos dando salud mental.

En referencia al título del informe, la responsable de operaciones de MSF en el país, Teresa Sancristóval, afirmó que es "un reflejo de la violencia directa o indirecta del conflicto, del posterior desplazamiento o confinamiento que sufren y porque no se le da importancia a su problema". Cuando se desplazan, explicó, sufren el estigma social, ya que nadie se acerca a ellos porque presuponen que son ex guerrilleros o ex paramilitares o, sencillamente, personas en las que no se puede confiar.

Por su parte, Carmen Martínez, referente de salud mental de MSF, indicó que la sociedad legitima la violencia como algo normal y como algo "casi que tiene que ocurrir".

DIAGNÓSTICOS

La organización relata en su informe que se tratan diferentes problemas de salud mental como trastornos de adaptación, problemas de relación o asociados a la negligencia o al abuso, así como depresión mayor, problemas de duelo y los trastornos del estado de ánimo.

"De los cinco diagnósticos más frecuentes se desprende que una gran parte de las personas atendidas no presentan una patología grave o crónica como tal, sino más bien reacciones intensas que implican un sufrimiento psicológico acusado y requieren de un abordaje terapéutico, y que han sido desencadenadas o están estrechamente vinculadas con circunstancias externas vitales devastadoras", señala el informe.

Respecto a los menores, Martínez explicó que las patologías que sufren son prácticamente las mismas que los adultos. "Son procesos de reacciones ante las situaciones que están viviendo (...) son patologías psicosomáticas", explicó, es decir, problemas psicológicos con salida en lo físico, como por ejemplo, la regresión o la enuresis a edades muy altas.

MSF DICE QUE ES POSIBLE

Las entidades estatales suelen argumentar que no es posible ofrecer servicios de salud mental a la población en los territorios afectados directamente por el conflicto armado, porque es imposible llevar hasta allí equipos que los ofrezcan o porque que no existirá aceptación de estos servicios por parte de la población rural poco acostumbrada a la atención psicológica, indica la organización en su informe.

Sin embargo, prosigue, los datos recogidos por la organización en el departamento de Caquetá permiten a MSF afirmar lo contrario, ya que los servicios psicológicos tienen buena aceptación entre la población rural afectada por el conflicto.

Cuando se trata de atención psicológica, la población afectada por el conflicto muestra una reserva lógica a relatar sus vivencias. Este silencio y desconfianza son mecanismos de supervivencia para esta población dentro del clima generalizado de suspicacia que genera al conflicto. No obstante, la experiencia de MSF sobre el terreno --atención a 5.0464 pacientes en este departamento desde marzo de 2005 hasta septiembre de 2009-- ha constatado que la demanda de servicios de salud mental es alta y que se pueden y deben implementar estrategias adaptadas a la complejidad del contexto.

Si a esto le sumamos los resultados obtenidos en el análisis de los registros clínicos, según los cuales un 56 por ciento de todos los pacientes tratados por MSF experimentó mejoría clínica respecto a sus condiciones de ingreso, podemos afirmar que es posible desempeñar este trabajo y que, por tanto, se debe impulsar la expansión de experiencias de prestación de servicios de salud mental a poblaciones rurales afectadas por la guerra, afirma el informe.

Esta idea quisieron subrayarla tanto Martínez como Sancristóval, que indicaron que, durante el año pasado, realizaron en toda Colombia al menos 9.500 consultas psicológicas y 25.000 de ámbito psicosocial, unas cifras que demuestran que la demanda es muy elevada.

"A pesar de la violencia, es posible dar atención, se puede lograr y las instituciones públicas colombianas también pueden hacerlos (...), los equipos pueden llegar a las zonas en muchas ocasiones, tenemos un nivel de demanda muy alto, por lo que hay que impulsar la expansión de estas experiencias", afirmó Martínez.