Actualizado 06/03/2007 16:29

Cuba.- El cubano Antonio José Ponte recorre en un libro los años en que la fiesta estuvo prohibida en La Habana


BARCELONA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El escritor cubano Antonio José Ponte retrata en 'La fiesta vigilada' (Anagrama) los años en que la fiesta estuvo prohibida en La Habana por el régimen castrista en un relato a caballo entre la autobiografía y el ensayo.

Ponte refleja en el libro los años entre 1968, cuando cerraron bares y locales nocturnos en La Habana dentro de la 'gran ofensiva revolucionaria', y 1993, año en que el auge del turismo obligó a recuperar la imagen de la Cuba de fiesta y cabaret.

Antonio José Ponte aseguró hoy, durante la presentación del libro en Barcelona, que quería escribir una obra sobre "ese cuarto de siglo sin fiesta", en la que pasó a ser sólo posible en el ámbito privado y en las conmemoraciones del régimen.

El protagonista de la novela, acusado por el régimen de recibir dinero de una agencia extranjera de inteligencia, que "es un poco y no es" el autor del libro trata de describir y reconstruir "esos años sin fiesta". "Quise dar detalles personales, pero que no convirtieran la novela en visceral", añadió.

La situación del protagonista de 'La fiesta vigilada' guarda paralelismos con la de Antonio José Ponte que fue expulsado de la asociación de escritores cubanos por su participación en la revista 'Encuentros' y hacer objeciones a la política cultural del régimen.

En la novela, el autor homenajea a 'Nuestro hombre en La Habana' de Graham Greene, en la que una persona es acusada de construir una red de espías, y el protagonista de la novela recurre a su lectura para hacer frente a su propia situación.

Sin nostalgia, por la novela de Antonio José Ponte pasean personalidades como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Edith Warthon, John Lennon o Ernest Hemingway, además de personajes anónimos para tejer un retrato de La Habana sin fiesta.

'La fiesta vigilada', para Ponte (Matanzas, 1964), es un "puzzle" en el que se van reproduciendo fragmentos de historia que el lector ha de ir encajando.

REGRESO A CUBA

El escritor, que se encuentra desde hace unos meses en Madrid, tiene que decidir antes de junio si vuelve o no a Cuba --"un caso de consciencia"-- y remarcó que entre las circunstancias que pueden marcar su voluntad final está el futuro político de la isla, que está "turbio" y "detenido".

Antonio José Ponte lamentó que para muchos intelectuales occidentales Cuba les parezca "ideal" y "alternativa" al poder de Estados Unidos cuando "ésta no existe y, además, no aguantarían ni una semana en la isla en las condiciones de los cubanos".

"Es doloroso y ridículo ver a gente que respetas intelectualmente que cuando tocan el tema de Cuba parece que le caen las neuronas", añadió el escritor.

Definido como escritor poco cubano, Ponte admitió que se aleja del "barroquismo cubano" y que entre sus lecturas también se encuentran la literatura centroeuropea y británica, además de autores latinoamericanos como Jorge Luis Borges, por el que "daría la sangre".