Actualizado 30/12/2009 19:06

Cuba.- El famoso cabaret Tropicana cumple 70 años siendo uno de los lugares turísticos más emblemáticos de Cuba

Tropicana se ha convertido en una atracción que busca promover la cultura cubana "sin ningún tipo de vicio"


LA HABANA, 30 Dic. (Reuters/EP) -

El afamado cabaret nocturno Tropicana cumple este miércoles 70 años de haber abierto sus puertas por primera vez convirtiéndose en uno de los lugares turísticos más emblemáticos de Cuba, que ha logrado sobrevivir en plena revolución socialista por ser una de las principales fuentes de ingreso de divisas en la isla.

Bailarinas con ligeras vestimentas y exhibiendo trajes adornados con plumas y lentejuelas danzaban en el escenario al aire libre, encabezaron este lunes un espectáculo que se ha repetido desde que el cabaret fue inaugurado el 30 de diciembre de 1939.

"Este es un lugar emblemático de Cuba. Es uno de los más importantes productos turísticos", dijo a la prensa la viceministra cubana de Turismo, María Elena López, poco antes de comenzar el espectáculo con motivo de su 70 aniversario.

La presentación, que se extendió hasta la madrugada de este martes, homenajeó a algunas de las estrellas que pasaron por el escenario, entre ellos Nat King Cole y Carmen Miranda, en medio de una vegetación exuberante.

Fotos de Cole aparecieron en las pantallas detrás del escenario cuando dos bailarines se balanceaban de forma muy romántica al ritmo de su canción Tenderly.

ANTES DE LA REVOLUCIÓN

Tropicana comenzó como un casino y un club nocturno que antes de la revolución cubana de 1959 era la atracción de un flujo constante de celebridades que van desde Marlon Brando hasta Maurice Chevalier, algunos de los cuales actuaron allí o se mezclaron con la elegante clientela de la época.

La presencia y la publicidad que generaban las personalidades que lo visitaron en el pasado, hizo de Tropicana uno de los centros nocturnos más conocidos del mundo.

Cuba, a sólo 145 kilómetros de las costas de Florida, era en la década de 1950 un popular destino turístico para los estadounidenses, quienes han estado imposibilitados de viajar a la isla en los últimos años debido al embargo comercial que aplica Washington a la isla desde 1962.

Tropicana era propiedad del jugador cubano Martin Fox desde 1950, pero su casino, como muchos otros de La Habana, estaba bajo el control de un socio de Santo Trafficante, un mafioso de Florida que tuvo extensas propiedades en la isla.

Después de que el ex mandatario cubano Fidel Castro derrocara con su ejército al entonces dictador Fulgencio Batista en 1959, su Gobierno cerró los casinos de la isla y los clubes nocturnos pasaron a ser propiedad del Estado.

GLORIA PASADA

Posterior a la llegada del socialismo a la isla, las autoridades cubanas han luchado en busca utilizar, de la mejor manera posible, la gloria pasada de Tropicana para hacer dinero, por lo que ahora el lugar promueve la cultura cubana.

La tradición del llamativo espectáculo del cabaret ha continuado, pero el director del club, David Varela, ha aclarado que el objetivo ahora es, no sólo entretener, sino también mostrar lo que es realmente Cuba.

El precio para disfrutar del espectáculo es de alrededor de 65 dólares estadounidenses (45 euros), que es tres veces más el salario mensual promedio de los cubanos. La mayoría de los clientes de Tropicana son turistas extranjeros.

"El turismo en Tropicana se mezcla con la cultura nacional y eso es realmente lo que exportamos al mundo: nuestra cultura nacional sin ningún tipo de vicio", comentó Varela.

Pero el cabaret además se ha convertido en una fuente confiable de ingresos para Cuba en medio de la crisis financiera. Varela indicó que unas 250.000 personas han asistido este año al afamado centro nocturno, lo que equivaldría a poco más del 10 por ciento de los 2,42 millones de turistas que visitaron la isla en el 2009, según cifras oficiales.

El funcionario ha reconocido que algunos visitantes se marchan decepcionados del cabaret porque no están comiendo, bebiendo y bailando, como se hacía en el pasado, antes de la revolución.

La mayoría de los turistas son ahora transportados en autobuses poco antes de que comience el espectáculo y después son devueltos a los hoteles al terminar el espectáculo, con apenas algo de tiempo para beber más.

Lo que la gente no puede entender, indicó Varela, es que Cuba, como país comunista, tiene una forma diferente de hacer las cosas, motivo por el cual los cabarets de la isla no son como los de otros lugares.

"Realmente, nuestro cabaret se ha convertido en un teatro donde el mensaje es cultural. Esto es lo que se ha creado durante todos estos años de revolución", destacó Varela.