Actualizado 24/02/2010 22:17

Cuba.-RSF condena la muerte de Zapata y critica el silencio de la comunidad internacional y de Lula sobre el régimen


MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Jean-François Julliard, condenó este miércoles la muerte del disidente político Orlando Zapato Tamayo y criticó el silencio de la comunidad internacional sobre el régimen cubano, en especial, el del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuya visita a la isla ha coincidido con la defunción del activista por los Derechos Humanos.

El secretario general de RSF condenó la muerte de Zapata, fallecido este miércoles en un hospital de La Habana a consecuencia de una huelga de hambre que mantuvo durante 85 días para reivindicar un incremento de sus derechos como presos, según denunció, vulnerados por las autoridades penitenciarias.

Zapata era miembro del Directorio Democrático Cubano, una organización civil ilegal, en la que participaba activamente y por cuyas actividades fue arrestado en 2003 y condenado por desorden público.

El activista formaba parte del 'grupo de los 75' disidentes, periodistas y activistas a favor de la democracia y de los Derechos Humanos detenidos en una ola de represión conocida como 'Primavera negra' en 2003.

Asimismo, Julliard criticó enérgicamente la indiferencia de la comunidad internacional ante los "excesos" del régimen cubano y, en concreto, el silencio de Lula sobre la muerte de Zapata que ha coincidido con la visita del presidente sudamericano a la isla para despedirse de los hermanos Castro de cara al fin de su mandato.

"Sindicalista y víctima de los militares en el pasado, el presidente brasileño Lula, ¿no tiene realmente nada que decir cuando un opositor cubano muere en prisión? Él podría. Debería. Pero en Cuba, tratándose de la 'revolución', se prohíben todas las injerencias y se autorizan todas las hipocresías", reza el comunicado facilitado por la organización.

Julliard arremetió también contra aquellos países que, una vez superadas sus dictaduras, --entre los que nombró a Argentina, Uruguay, Brasil y Bolivia-- han olvidado las imposiciones del régimen comunista y han optado por no propiciar cambio alguno desde el exterior y esperar a que sean las propias autoridades cubanas las que impulsen la transición hacia la democracia.

"Aquellos mismos que combatían la dictadura en su país, no encuentran aparentemente nada que decir sobre lo que le pasa a Cuba desde hace 50 años. Un régimen a veces atacado de mala manera y defendido por malas razones y víctima de esos mismos que creían conjurar el fin, como si el país debiera desaparecer al mismo tiempo que su actual Consejo de Estado", indica la nota.

Julliard afirmó que las primeras intenciones de Raúl Castro al suceder a su hermano Fidel en la presidencia del país han quedado en papel mojado, a pesar de los acuerdos suscritos con la ONU sobre derechos civiles y políticos y del acercamiento a Estados Unidos, tras la toma de posesión de Barack Obama como nuevo mandatario.

En este sentido, indicó que la aparente apertura al exterior e inicio de transición hacia un régimen menos restrictivo que el imperante desde 1959 han quedado empañados por la muerte de Zapata y la existencia de cerca de 200 presos políticos en las cárceles de la isla.

"Los 200 prisioneros de la isla esperan o mueren. Unos bajo el merecido título de héroes y otros bajo el oprobio de contrarrevolucionarios. Así, una tiranía agonizante que precipita su caída sin honor", subraya el documento.