Actualizado 31/01/2015 14:59

Dalí se cuela en el Sambódromo de Río de Janeiro

Dalí Portela
Foto: NOTIMÉRICA

La escuela de samba Portela rinde homenaje a Río a través de la mirada surrealista del pintor

   RÍO DE JANEIRO, 31 Ene. (Notimérica) -

   Río de Janeiro es una ciudad surrealista y si Salvador Dalí hubiera tenido la oportunidad de conocerla hubiera sido una fuente inagotable de inspiración para su obra. Bajo esta premisa la escuela de samba Portela, una de las más emblemáticas de Río de Janeiro, prepara su desfile en el Sambódromo, el punto álgido del Carnaval carioca.

   Dentro de quince días las escuelas de samba de Río desfilarán por el Sambódromo antes miles de personas en las gradas y millones de telespectadores en todo el mundo, cada una de ellas luchando por el título de campeona explicando un tema diferente. Portela rendirá homenaje a los 450 años de la fundación de Río de Janeiro, pero a través de la mirada única de Dalí.

   "Dalí nunca estuvo en Río, pero seguro que la hubiera adorado, por el surrealismo de sus paisajes, por su luz que es muy parecida a la de los cielos de sus cuadros", explicaba en declaraciones a Notimérica el carnavalesco de Portela, Alexandre Louzada, responsable del diseño y la organización del desfile.

   Por eso, el desfile repasará las típicas estampas cariocas, pero con un toque daliniano: las curvas del Pan de Azúcar se transformarán en una sirena recostada sobre la bahía, los arcos del bohemio barrio de Lapa, "paraíso de placer y de pecado", recordarán las formas sinuosas de una serpiente, y el estadio de Maracaná, una nave espacial de la que salen "cracks galácticos".

   La huella de Dalí se podrá entrever en los suelos de ajedrez, una alusión al retrato de Mae West, diversas calaveras y sobre todo en los clásicos relojes fundidos. Uno de ellos será el de la estación de tren Central de Brasil, por donde van y vienen los trabajadores y la puerta de entrada al centro de Río para "el pueblo de la samba" que vive en los barrios más populares del norte.

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   También habrá una gigantesca tarta de cumpleaños para festejar los 450 años de la ciudad, y un águila, que es el símbolo de la escuela, será esta vez la más grande de la historia de Portela. Todas las carrozas se preparan en las naves de la 'Ciudad de la Samba', donde un equipo de más de 300 personas trabaja a destajo desde junio.

   Los trabajos van desde la complejidad de levantar las grandiosas estructuras de madera que aguantan las esculturas hasta el minucioso detalle de pegar manualmente una a una miles de plumas y lentejuelas, ya que aquí también se confeccionan los casi 4.000 disfraces que lucirán los miembros de la escuela.

   Los carros alegóricos son un alarde de originalidad y en algunos casos también de reciclaje: una de las carrozas, por ejemplo, brillará gracias a 170.000 latas de cerveza, que se han ido recopilando en cada una de las 'feijoadas' populares que ha organizado Portela en los últimos meses.

PORTELA, UNA ESCUELA MÍTICA

   El samba-enredo -la canción con la que competirá la escuela y que cantan todos los integrantes del desfile- se llama 'ImaginaRIO, 450 Janeiros de uma cidade surreal' y la sencillez de la letra a la hora de desgranar los encantos de la 'ciudad maravillosa' ha hecho que ya se haya convertido en un éxito antes incluso de que arranque el Carnaval. En los ensayos que cada miércoles se realizan en la cuadra de la escuela se palpa el entusiasmo, e incluso se han puesto de moda los bigotes dalinianos, bromea Louzada.

   Portela, situada en en Madureira, un barrio obrero y orgullosamente carioca, es una de las escuelas pioneras del Carnaval. Nació en 1923 y ha dado a grandes nombres de la música brasileña, como Paulo da Portela, Candeia, Clara Nunes o Paulinho da Viola. Además, es la máxima campeona del Carnaval, con 21 títulos, aunque no gana desde 1984.

   El año pasado quedó en tercer lugar, por eso las expectativas para este año son muy altas: "Portela está con un sentimiento de euforia muy grande. Si todo va bien, podemos ganar", asegura Louzada, que a pesar de las buenas vibraciones quiere ser prudente. En los pasillos de la nave donde se ultiman las carrozas una pizarra reza: "Faltan 19 días. Sólo depende de nosotros".