BUENOS AIRES, 10 Feb. (Notimérica) -
Las nuevas autoridades del Registro Nacional de Armas de Argentina (Renar) han denunciado que el Plan de Entrega Voluntaria de Armas impulsado por el Gobierno de Néstor Kirchner podría haber tenido fallos administrativos que habrían provocado que algunas de las armas recuperadas mediante esta iniciativa acaben desviadas al mercado ilegal.
Esta propuesta facultaba a las autoridades de Argentina a establecer un procedimiento de entrega de armas de fuego de manera anónima y voluntaria por parte de los ciudadanos, a cambio de un incentivo económico.
Sin embargo, el Renar ha anunciado recientemente que algunas armas, reportadas como destruidas, podrían haber sido comercializadas clandestinamente o haber caído en manos del crimen organizado, según informa el diario argentino 'La Nación'.
"No sabemos cuántas armas tenemos en el Renar. No sabemos si nos están faltando. Nos encontramos con que no existe un registro oficial de todas las armas que tenemos", ha advertido la nueva titular de Renar, Natalia Gambaro, que achaca este "limbo administrativo" a la falta de un inventario de las armas recogidas gracias a este programa.
El Renar no cuenta con un sistema de seguimiento que permita saber donde están los expedientes que recogen los datos de armas recuperadas. Según la presidenta de la organización, el único registro existente está en formato físico. "Hay 20.000 expedientes a los que no podemos darles respuesta porque no tenemos manera de saber dónde están y, mucho menos, de saber por qué están demorados", explicó Gambaro.
La organización recogió alrededor de 300.000 armas de fuego entre los años 2007 y 2015 como parte del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, a las que se suman otras incautadas y confiscadas, y hasta mediados del año pasado no había un lugar seguro para almacenar esas armas.
Hace tres años, desaparecieron 200 armas de las dependencias del Renar, donde permanecían requisadas, y se encontró a un delincuente en la capital argentina con un arma que debía estar en poder de la organización. Las sospechas ante la desaparición de las armas impulsó una investigación judicial.
"Lo primero que haremos es un inventario para tener la totalidad exacta de armas que el Renar tiene en su poder", señaló Gambaro.
Además, el Renar intentará detectar irregularidades en los datos recogidos sobre las armas recibidas a través del programa de desarme y a través de incautaciones judiciales, y también se fortalecerán los controles para solicitar la portación de armas de fuego.