Actualizado 30/08/2016 08:59

Desapariciones forzadas: cómo un país se castiga a sí mismo

Normalistas
REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 30 Ago. (Notimérica) -

   No hay delito que sea más doloroso para un Estado y una sociedad que aspira a la justicia, que el que se comete desde el propio Estado, como es el de la desaparición forzada de personas.

   Amnistía Internacional (AI) reivindica cada 30 de agosto en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada este tipo de delitos por parte de los Gobiernos para silenciar críticas y aterrorizar a la ciudadanía, problema que continúa sin erradicarse en ninguna región del planeta.

   Según datos recogidos por AI, en 2015 se registraron 43.250 casos de personas desaparecidas en todo el mundo, la mayoría de décadas pasadas que siguen siendo investigados por el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas.

   Es por ello que durante las últimas cinco décadas, AI ha trabajado por más de 500 casos y continúa presionando a los gobiernos para que se investiguen todas las desapariciones forzadas tanto del pasado como del presente.

   El Secretario General de Amnistía Internacional, Salil Shetty, señaló que "hay gobiernos en cada región del mundo, desde Siria hasta México, de Sri Lanka a Mali, sospechosos de mantener a cientos e incluso miles de personas en detención secreta. La dificultad para localizarlos y ponerlos en libertad no cesa".

   Las desapariciones forzadas siguen un patrón: una vez arrestadas, las víctimas no son llevadas ante un tribunal, no se registra ni su detención, ni el "delito" por el que las ha detenido. En estas circunstancias, es cuando mayor riesgo corren de sufrir malos tratos, tortura e incluso muerte.

¿CUÁLES SON LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS MÁS AFECTADOS?

   La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado la grave crisis de Derechos Humanos que enfrenta México considerándolo el país iberoamericano con más casos por desaparición forzada, y uno de los más afectados mundialmente, ya que según fuentes oficiales, cerca de 25.000 personas en el país sufren este tipo de desaparición o están en paradero desconocido desde 2007. Además, casi la mitad de ellas han desaparecido durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto.

   Algunos ejemplos son el del estudiante mexicano Julio César Mondrágon, quien un día antes de ser hallado torturado, este y otros 42 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (Guerrero), se dirigían a una protesta contra las reformas educativas del gobernador donde fueron atacados por la policía y hombres armados en Iguala.

   El ataque se saldó con tres estudiantes asesinados y el resto fue capturado por los propios cuerpos de seguridad, tal y como aseguraron varios testigos.

   Pese a la presión internacional, las autoridades mexicanas no investigaron este caso debidamente, especialmente, en lo referente a la complicidad de las fuerzas de seguridad.

"Si las autoridades no impulsan investigaciones imparciales, lo haremos nosotros", aseguraron los familiares. Después de este suceso, estudiantes mexicanos, familiares y ciudadanos salieron a la calle pidiendo verdad y justicia.

   Chile es también uno de los países iberoamericanos con más casos de desapariciones forzadas, ya que tras el golpe militar (11 de septiembre de 1973) llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Chile para derrocar al presidente socialista Salvador Allende, muchas personas que fueron detenidas por el régimen del golpista Augusto Pinochet, desaparecieron misteriosamente sin dejar rastro.

   Además, otro país de la región que también ha sufrido desapariciones forzadas es Guatemala, donde según el Comité Internacional de la Cruz Roja, muchos perdieron a sus seres queridos a consecuencia del Conflicto Armado Interno (13 de noviembre de 1960 - 29 de diciembre de 1996) y no volvieron a saber nada de ellos hasta que 33 años después pudieron recuperar y enterrar los restos de sus familiares.

   Por otra parte, según datos del pasado año, en Colombia se han contabilizado hasta fecha de 2015 un total de 45.630 víctimas de desaparición forzada de acuerdo con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

   Asimismo, tan solo ese año se registraron 7.310 desapariciones en Colombia, de las cuales 143 serían forzadas. Según el Registro Nacional de Desaparecidos (RND) el 82,5 por ciento de las personas desaparecidas eran hombres y el 17,5 por ciento restante mujeres. De este total, el 20,98 por ciento fue encontrado con vida, frente al 6,29 por ciento que no.

   El informe de 2015 advierte que de estas personas reportadas como desaparecidas forzadas aún continúan en esta situación un 72,73 por ciento, es decir 104 casos.

   Este crimen contra la humanidad lleva produciéndose en Colombia desde hace más de 10 años a raíz de los conflictos internos generados por el paramilitarismo, que a día de hoy deberían cesar tras este lunes entrar en vigor el alto el fuego.

¿QUÉ OCURRIÓ CON LOS 43 DE AYOTZINAPA?

El 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes procedentes de Ayotzinapa desaparecieron en la ciudad de Iguala (México) después de que cinco autobuses fueran interceptados por la policía local.

   La versión oficial de lo que sucedió el 26 de septiembre de 2014 dicta que los 43 normalistas fueron detenidos por la policía de Iguala y les entregaron al cártel Guerreros Unidos, que les asesinaron e incineraron sus restos en un basurero. Esta versión ha sido puesta en entredicho hasta por los expertos designados por la CIDH.

Además, también se ha conocido que la Dirección de Protección Civil Municipal de Iguala, una corporación de rescate y salvamento, partició en los ataques contra los 43 estudiantes. Un miembro del organismo es David Cruz Hernández, alias 'El Chino', reconocido como cómplice del homicidio de uno de los tres normalistas asesinados en la madrugada del 27 de septiembre, Julio César Mondragón, según ha informado 'Animal Político'.

   Sin embargo, este no es el único caso de desaparición forzada que ha sacudido México, ya que en Iguala se encontraron fosas comunes con restos humanos, que finalmente no resultaron ser los estudiantes de Ayotzinapa, sino otras personas desaparecidas a las que nunca encontraron.

   Y es que la criminalidad, la impunidad, la falta de voluntad política, el miedo, la incompetencia, la convivencia entre funcionarios y delincuentes mantienen el paradero de miles de personas en la oscuridad más absoluta de México.

LA DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS EN CHILE

   Los primeros casos de "desaparecidos" en Chile se produjeron a partir del mismo 11 de septiembre de 1973 en Santiago, en el Palacio Presidencial, donde se encontraba el Presidente Salvador Allende, Ministros y colaboradores.

   Tras el asesinato de Allende, el resto fue detenido y atacado por fuerzas militares. Estos detenidos constituyen los primeros casos de "detenidos no reconocidos".

   A partir de este ataque al Palacio de la Moneda en Santiago se desencadenó una represión política nunca conocida en la historia reciente de Chile donde cientos de personas fueron detenidas, torturadas, muertas, ejecutadas extrajudicialmente y también desaparecidas.

   En marzo de 1974 se presentó ante los tribunales el primer recurso de amparo en favor de 131 personas desaparecidas, pero muy pocas de ellas recobraron la libertad.

   Las esperanzas se tornaron más remotas cuando el Gobierno militar declaró a finales de 1974 que solamente tendrían existencia como detenidos los reconocidos como tales por los organismos involucrados.

   El gobierno militar reconoció inicialmente la existencia de personas desaparecidas, sin embargo, las atribuyó a enfrentamientos que aún persistían.

¿QUÉ DICE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS?

   La Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los Derechos Humanos y libertades fundamentales.

   Su artículo primero declara que nadie será sometido a una desaparición forzada y que en ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública como justificación de la desaparición forzada.

   AI quiere recordar en este día a las víctimas y a sus familiares y por ello pide a la comunidad internacional que presione a los Estados para que se comprometan para acabar con esta terrible práctica.