Violencia de género
Violencia de género - NOTIMÉRICA

   MADRID, 25 Nov. (Notimérica) -

   Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual, principalmente a manos de un compañero sentimental, según Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres. Entre los 25 países con las tasas más altas de feminicidio en el mundo, 14 están en Iberoamérica. Ésta es una cruda realidad que se vive en la región y que nos sirve para recordar por qué cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

   A pesar de estas cifras, aún existen problemas con la investigación adecuada y el reconocimiento en muchos países ya que muchos de los homicidios no se desglosan por sexo.

   La violencia de genero no solo se refiere al feminicio o a un golpe que un hombre puede llegar a dar a una mujer, es también abuso psicológico y agresiones verbales. Una relación abusiva no comienza con el asesinato, el abuso se intensifica y sin una intervención y apoyo oportuno, las mujeres pueden terminar asesinadas. El maltrato emocional y los comportamientos controladores están estrechamente vinculados a la violencia física por parte de un esposo/compañero.

   

   En el año 2008, nueve países de Iberoamérica tenían legislación especializada sobre feminicidio, en 2016 se elevó a 16 las naciones iberoamericanas que se unen contra la violencia hacia las féminas.

   Las cifras de la Organización Mundial de la Salud indican que en 2013 el 30 por ciento de las mujeres en todo el continente americano había sufrido violencia física o sexual de su compañero sentimental y que de ellas el 38 por ciento son asesinadas por su pareja o expareja.

   

TEMA DELICADO

   El informe de Violencia Contra La Mujer de la Organización Panamericana de la Salud, con datos poblacionales de 12 países de Iberoamérica recogidos entre el 2003 y el 2009, refleja que la proporción de mujeres que buscaban ayuda tras haber sufrido violencia infligida por el compañero íntimo, ya sea que hubieran hablado con alguien acerca de ello o hubieran solicitado ayuda institucional, variaba ampliamente según el país.

   Entre las mujeres que habían sufrido violencia infligida por el compañero íntimo en los 12 meses precedentes, la proporción de las que habían hablado con familiares o amigos oscilaba entre menos de la tercera parte (29,3 por ciento) en Honduras 2005/6 y los casi dos tercios (65,5 por ciento) en El Salvador 2008.

   El porcentaje de las que habían solicitado ayuda de alguna institución oscilaba entre un 8,2 por ciento en Ecuador y un 36 por ciento en El Salvador, y en todos los países resultó inferior al porcentaje de las que buscaban ayuda de familiares o amigos.

   Las mujeres mencionaron muchas razones diferentes por las cuáles no habían pedido ayuda, entre ellas la vergüenza, el temor a represalias, no saber adónde ir y no creer que alguien las ayudaría.

   El maltrato hacia las mujeres tiene graves consecuencias para su salud tanto física como mental y está vinculado estrechamente a indicadores de la salud reproductiva, inclusive jóvenes y niñas tienen una iniciación sexual forzada o no deseada a una edad temprana, producto de la violencia. La lucha contra este fenómeno social debe seguir siendo una prioridad para los gobernantes de la región iberoamericana.

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