Actualizado 28/07/2009 13:32

Disparos aislados y seguridad estricta tras violencia en Nigeria

Por Ibrahim Mshelizza

MAIDUGURI, Nigeria (Reuters/EP) - Algunos disparos esporádicos se escucharon durante la noche en la ciudad nigeriana de Maiduguri, pese a un toque de queda impuesto luego de días de choques que involucraron a rebeldes islamistas y en los que fallecieron al menos 80 personas en cuatro estados.

Miembros de un grupo islamista local que quiere que la sharia sea impuesta a lo largo del país más poblado de Africa han incendiado iglesias, una estación de policía y una prisión, y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad en los estados de Bauchi, Borno, Kano y Yobe.

Varios vecinos dijeron que jóvenes armados con machetes, cuchillos, arcos y flechas, rifles de cacería y explosivos de fabricación casera habían atacado edificios policiales y a cualquiera que pareciera un agente policial o funcionario de gobierno en Maiduguri, capital del estado de Borno.

"Hubo disparos esporádicos durante la noche pese al toque de queda", dijo un testigo de Reuters en la ciudad, agregando que la medida, que abarcaba desde el crepúsculo hasta el amanecer, podría ser extendida.

Policías armados establecieron puntos de control en las calles y patrullaban las calles de Kano el martes, pero la ciudad parecía estar en calma.

Soldados y policías también hicieron cumplir un toque de queda nocturno en Bauchi, donde comenzaron los disturbios el domingo, pero allí no se registraron nuevos hechos de violencia.

El Gobierno estima que 55 personas han muerto en los enfrentamientos, pero fuentes de seguridad y residentes indican que la cifra es mucho más alta. Un diario nigeriano con periodistas en la región indicó que la cifra de muertos supera las 150 personas sólo en los estados de Borno y Kano.

Más de 200 grupos étnicos viven generalmente en paz en el país dde Africa Occidental, aunque una guerra civil dejó un millón de muertos entre 1967 y 1970 y se han registrado brotes de violencia religiosa desde entonces.

Los cuatro estados norteños forman parte de los 12 que comenzaron una aplicación estricta de la sharia en el 2000, una decisión que ha alienado a las minorías cristianas y causó olas de violencia sectaria que dejaron miles de muertos.

El grupo rebelde Boko Haram, que se opone a la educación occidental y demanda la adopción de la ley islámica en toda Nigeria, está detrás del último brote de violencia.

"No creemos en la educación occidental. Corrompe nuestras ideas y creencias. Por eso estamos levantándonos para defender nuestra religión", explicó el lunes a Reuters Abdulmuni Ibrahim Mohammed, uno de los máximos líderes del grupo, tras su arresto en el estado Kano.

Boko Haram, que significa "educación ilegal", comenzó el domingo una serie de ataques en la ciudad de Bauchi, ubicada al noreste, tras el arresto de algunos de sus miembros.