NUEVA YORK, 23 Jul. (Notimérica) -
El magnate Donald Trump está contemplando la posibilidad de vender el 49 por ciento de los derechos de la Organización de Miss Universo que le pertenecen, según el diario 'The New York Post'.
Después de que la 'NBC' y 'Univisión' tomaran la decisión de desvincularse del concurso de belleza debido a los comentarios racistas del empresario y político, es ahora el propio Trump quien se prepara para deshacerse de Miss Universo.
La venta de sus derechos incluiría también los certámenes de Miss Teen USA y Miss USA. Este último, que se llevó a cabo el pasado 12 de julio, fue un fracaso para la organización.
Tras el desplante por parte de la 'NBC' y 'Univisión', el canal de internet 'Reelz' fue el encargado de retransmitir el concurso, captando únicamente a 925.000 espectadores, frente a los 5,6 millones que vieron Miss USA a través de la 'NBC' el pasado año, de acuerdo con la compañía 'Nilsen'.
Desde este punto de vista, el certamen ya no sería tan rentable como antes, algo que podría haber motivado a Trump a abandonar el proyecto. Además, según el diario, el magnate ya ha recibido diversas ofertas de interesados en comprar la franquicia.
PREOCUPACIÓN POR EL FUTURO DE MISS UNIVERSO.
La preocupación por el futuro de Miss Universo está presente también entre los patrocinadores, quienes no tienen la certeza de que el concurso de belleza vuelva a retransmitirse por televisión.
"Algunos patrocinadores locales me han mostrado su preocupación", confesó la actriz Shanna Moakler, quien dirige Miss Nevada USA y también tiene una hija adolescente con el boxeador méxico-estadounidense Óscar de la Hoya.
Moakler manifestó que, si ha seguido apoyando al certamen durante los últimos meses, es porque las protagonistas del concurso son las mujeres, no los dueños.
Por su parte, Trump podría tomar la decisión de deshacerse de Miss Universo de un momento a otro, ya que en los próximos meses comenzarán los concursos locales.
Mientras que Miss New York USA y Miss Teen USA New York están programadas para enero del 2016, el futuro de la organización a manos de Trump pende de un hilo.