MÉXICO DF, 27 Feb. (Notimérica) -
A finales del siglo XIX, el presidente mexicano Porfirio Díaz sufría por una vieja herida que nadie podía curar. Sin embargo, después de consultar con varios especialistas, alguien le recomendó contactar con un grupo de médicos llamados homeópatas, una rama de la medicina que por entonces no era conocida en México.
Desde que el presidente Díaz contactase con ese grupo de médicos, discípulos de otros que llegaron a México después de estudiar en España, el presidente quedó totalmente curado, y en 1895 promulgó un decreto para reconocer oficialmente la enseñanza y la práctica de la homeopatía en México.
Desde ese momento han pasado más de 120 años, y actualmente, el ejercicio de esta disciplina médica es de las más extendidas en todo Iberoamérica. Precisamente es en México donde se sitúa el hospital especializado más grande de toda la región.
El Hospital Nacional Homeopático de Ciudad de México es el más gran en su tipo de toda Latinoamérica, según asegura su director Fernando Ochoa Bernal. Además es el único hospital de segundo nivel de la especialidad que hay en el país.
Este hospital funciona con servicio de pediatría, maternidad, quirófanos para cirugías generales, oftalmología, atención dental y áreas de hospitalización.
Es un centro hospitalario para todas las personas, es decir, está abierto a toda persona que quiera tener sus tratamientos, sin importar que tenga otro tipo de prestaciones de salud. El costo para los pacientes es bajo en comparación con la medicina convencional.
El Hospital Nacional Homeopático atiende un promedio de 37.000 consultas anuales. Es, a su vez, una de las instituciones médicas más antiguas del país. Nació en 1850, aunque sus instalaciones se renovaron hace unos años --en noviembre de 2014.
Actualmente, la Secretaría de Salud elabora un catálogo de medicamentos homeopáticos para regular adecuadamente su prescripción en todo el territorio.
No obstante, la polémica comienza cuando son muchos los que aseguran que la homeopatía no se trata de una verdadera ciencia médica, o que no existe una evidencia científica de que realmente cure enfermedades, por lo que se pone la vida en peligro de aquellos que recurren a esta rama.
El principio básico de la homeopatía es la de estimular al cuerpo humano para que cree anticuerpos específicos contra esa patología, basándose en la doctrina de que "lo similar cura lo similar", es decir, la sustancia que causa los síntomas de una enfermedad en personas sanas, podrá curar lo similar en las personas enfermas.
En esta rama de la medicina se utilizan sustancias específicas para cada tipo de personas. Además, tal y como recoge 'BBC Mundo', el tratamiento incluye una observación atenta y una entrevista en profundidad del médico para conocer al paciente en cuestión, así como la forma de reacción ante sus padecimientos.
Ante la controversia, son muchos los que han cuestionado el apoyo de las autoridades sanitarias a esta disciplina médica. Las críticas incluyen al Hospital Homeopático de Ciudad de México.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a la homeopatía como una medicina "complementaria".
Actualmente, México cuenta con 7.000 médicos homeópatas con reconocimiento oficial, graduados por las universidades que imparten la carrera como es el Instituto Politécnico Nacional (IPN). A su vez, la Secretaría de Salud de México mantiene el respaldo a esta rama médica. "Negar a la homeopatía es como decir que mañana no va a amanecer (...)Se necesita trabajar para crear la evidencia científica de que la medicina homeopática tiene resultados, porque una cosa es la anécdota, y otra un soporte científico", señala el director de Coordinación de hospitales Federales de Referencia de la Secretaría, Francisco Navarro. "Y debemos tenerla porque en México la población es diferente a la europea", concluye.