Actualizado 13/07/2009 16:11

Dos muertos en nuevos disturbios en provincia china

Por David Gray

URUMQI, China (Reuters/EP) - La policía china mató a dos personas el lunes, en un nuevo episodio de violencia en la remota región noroeste de Xinjiang, informaron los medios estatales, donde al menos 184 personas murieron en disturbios la semana pasada.

La radio estatal dijo que los dos muertos en la capital regional Urumqi eran uighures étnicos. La policía intentaba evitar que atacaran a otra persona de la misma etnia cuando comenzaron a disparar, señaló el informe. Otro uighur resultó herido.

De la cifra oficial de muertos por los disturbios del 5 de julio, 137 eran chinos han -que conforman la mayoría de los 1.300 millones de habitantes de China- y 46 eran uighures, un pueblo musulmán nativo de Xinjiang y culturalmente ligado a Asia central y Turquía.

Uighures atacaron a chinos han en Urumqi luego de que la policía intentó disolver una protesta contra los ataques fatales que sufrieron trabajadores uighures en una fábrica del sur de China. Chinos han en Urumqi lanzaron ataques de venganza más tarde esa semana.

Los medios estatales dijeron más temprano que las manifestaciones contra consulados chinos en Europa y Estados Unidos muestran que los disturbios de origen étnico fueron orquestados.

La agencia de noticias Xinhua señaló que manifestantes arrojaron huevos, cócteles molotov y piedras contra varias embajadas y consulados chinos (incluyendo las delegaciones de Ankara, Oslo, Munich y Holanda).

"Partidarios de los separatistas de Turkistán Este comenzaron ataques bien orquestados y a veces violentos contra embajadas chinas y consulados en varios países apenas ocurrieron los disturbios", indicó Xinhua.

"Los ataques contra las misiones diplomáticas de China y los disturbios en Urumqi parecieron estar bien organizados", agregó la agencia.

Mientras las fuerzas de seguridad aún ocupaban Urumqi el lunes, más y más negocios están reabriendo sus puertas.

"En general, las cosas están volviendo lentamente a la normalidad. Creo que la situación está mejor y bajo control", dijo un residente han. Pero algunos residentes uighures continuaban recelosos.

Un guardia de seguridad uighur, quien declinó dar su nombre, dijo que aunque no apoyaba la violencia, entendía la frustración de la gente.

"Mire a su alrededor (...) un 90 por ciento de todos los negocios son propiedad de los han", explicó, hablando desde el principal bazar de Urumqi.

"Todo lo que pude conseguir fue un trabajo como guardia de seguridad", se quejó el hombre, que se graduó en la universidad. "Los han aquí ni siquiera hablan uighur", agregó.

Pekín no puede arriesgarse a perder el control de Xinjiang, un vasto territorio desértico que limita con Rusia, Mongolia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Afganistán, Pakistán e India y tiene abundantes reservas de petróleo. También es la principal región productora de gas natural de China.

El Gobierno chino ha culpado a Rebiya Kadeer, una empresaria uighur exiliada, por instigar los disturbios.

Xinhua también culpó al Congreso Mundial Uighur, un grupo global que congrega a organizaciones de uighures exiliados o que viven en el extranjero, por las manifestaciones en las embajadas.