Actualizado 08/10/2015 21:57

DuPont deberá pagar 1,6 millones de dólares a una enferma de cáncer

   NUEVA YORK, 8 Oct. (Reuters/Notimérica) -

   La demanda de una enferma de cáncer contra la compañía DuPont ha llegado a buen puerto. Un jurado federal de Columbus, Ohio, declaró culpable a la empresa química por el cáncer de riñón de la mujer, y ha declarado que la compañía deberá pagar 1.000.600 dólares por daños y perjuicios.

   La empresa ha sido señalada como responsable por verter material tóxico en el agua al usar C-8 para hacer teflón. Ésta es la primera de 3.500 demandas por el vertido de aguas tóxicas. El resto de demandantes también alegan haber contraído enfermedades a causa de la misma sustancia.

   De acuerdo con Bloomerg, le corresponderá a su subdivisión Chemour Co hacerse cargo de la multa, ya que el jurado consideró que DuPont no actuó con malicia en el manejo del C-8.

   Barlett aseguraba que su cáncer era consecuencia del C-8, mientras que la empresa alegaba que era consecuencia de otros factores. Sin embargo, el abogado de la afectada presentó unos estudios que evidenciaron que DuPont era conocedor de la contaminación desde 1981. Ante tal acusación no supieron defenderse ante la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, lo que le ocasionó una millonaria multa.

   Además, ha afirmado que seguirá actuando contra la compañía hasta que admitan su responsabilidad. Por su parte, una portavoz de Dupont, Janes Smith, dijo que se sienten decepcionados ante la decisión y que seguirán defendiendo la inocencia de la empresa.

   A finales de año, habrá un segundo juicio. El resultado de éste no es vinculante al resto de casos, pero sí que puede ser una prueba de la responsabilidad de la empresa sobre la fuga de la sustancia que supuestamente lleva produciéndose décadas.

   Ya en 2001 hubo una demanda contra DuPont por la exposición del peligroso material. La compañía, que se estableció en 2004, acordó convocar a varios científicos que determinaran si este material estaba vinculado a la aparición de algunas enfermedades.

   Finalmente se concluyó que el C-8 podía provocar enfermedades tales como el cáncer de riñón o de testículos, la colitis ulcerosa y la enfermedad de la tiroides. Como consecuencia, la empresa fue demandada.