Actualizado 31/07/2007 21:42

Ecuador/Bélgica.- La Policía belga niega las acusaciones de maltrato contra la niña ecuatoriana y su madre

Exteriores cree que la queja de Ecuador refleja "el mundo al revés" y un jurista reclama la regularización colectiva de inmigrantes


BRUSELAS, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Oficina Extranjería de Bélgica rechazó hoy las acusaciones de maltrato vertidas por Ana Cajamarca, la mujer ecuatoriana en situación irregular en el país que ayer logró evitar su deportación junto a su hija de 11 años, Angélica, cuando ambas eran conducidas al aeropuerto de Amsterdam para viajar hacia Quito. Según informaron sus abogados, Cajamarca sufrió contusiones físicas por parte de los agentes cuando se encontraba en el aeropuerto belga de Zaventem.

El procedimiento de expulsión se detuvo 'in extremis' gracias a la petición que hizo ante un tribunal de Bruselas su abogada, Selma Benkhelifa, quien también aludió a los malos tratos que al parecer habría sufrido su cliente. Según publicó la prensa local este martes, Cajamarca tiene previsto presentar una denuncia formal este jueves.

Según la versión que dio Benkhelifa a la prensa, la violencia empezó a la llegada de las dos ecuatorianas al aeropuerto de Bruselas, donde Cajamarca llegó a ser derribada al suelo y presionada en su pecho por la rodilla de uno de los agentes. Añadió que un médico constató "hematomas en las dos rodillas y una herida en la tibia y en las manos".

En su versión contraria, un portavoz de la Oficina de Extranjería negó cualquier tipo de agresión y explicó que sí se produjo un forcejeo cuando los agentes trataron de impedir que Cajamarca huyera del aeropuerto con su hija en un momento de descuido de los agentes, ocupados con el equipaje de estas dos personas.

Mientras que Angélica no opuso ninguna resistencia, su madre "se dejó caer, se revolvió dando patadas y mordiéndole una mano a uno de los dos agentes", agregó la fuente. Acto seguido, los agentes decidieron esposar a Cajamarca, algo que, según declararon posteriormente, "puede dejar rastros".

POLÉMICA

Las acusaciones de maltrato y la negación de las mismas por parte de los presuntos autores -los agentes de Extranjería- son el último capítulo de la polémica que ha suscitado en Bélgica la orden de expulsión de Cajamarca y de su hija, que debería haberse hecho efectiva ayer después de que ambas permanecieran durante alrededor de un mes en un centro de detención de inmigrantes irregulares.

En los últimos días se han pronunciado en relación a este caso todos los partidos políticos -enfrascados en la recta final de las negociaciones para formar Gobierno--, el mundo del Derecho y el Gobierno de Ecuador y ha provocado incluso la concentración de rechazo de personas anónimas en el aeropuerto de Bruselas.

Anne Malherbe, la esposa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, y de origen belga, declaró a la televisión flamenca VTM sentir "vergüenza" de ser belga. En una entrevista tras la anulación provisional de la expulsión de Ana Cajamarca y Angélica, rehusó decirse "aliviada", pero lamentó la condiciones en la que ambas permanecieron en el centro de detención.

"No conozco a fondo el problema y me guardo bien de juzgar la pertinencia de las leyes belgas, pero creo que debe haber una manera de evitar que personas pasen años en el territorio de Bélgica antes de que se decida su suerte". "Es chocante ver a un niño en la cárcel. Todos tenemos niños y no podemos dejar de reaccionar ante una niña detrás de los barrotes sin que haya hecho nada", añadió.

El ministro belga de Exteriores, Karol de Gucht, declaró que "es un poco el mundo al revés" tras conocer la protesta del Gobierno ecuatoriano por la suerte que corrieron sus nacionales. En declaraciones a la cadena de televisión RTL dijo que no corresponde a Ecuador protestar. "Nunca he visto que Bélgica ejerza presiones sobre otro país porque un belga no pueda quedarse".

Por su parte, el Partido Socialista, el Partido Ecologista y el Centro Democrático Humanista protestaron por lo ocurrido. También respaldaron a Ana Cajamarca y a Angélica asociaciones belgas como la Liga de Familias y el Centro de Acción Laica.

REVUELO MEDIÁTICO

El caso también ha provocado un extraordinario revuelo, que ha contado incluso con las declaraciones a la prensa de una de sus protagonistas, Angélica, que ayer calificó de "horrible" su estancia en el centro de detención y manifestó su deseo de que "los demás niños actualmente detenidos en centros cerrados puedan salir y quedarse en Bélgica".

De la misma manera, el diario La Libre Belgique ha organizado en su sitio de Internet un foro donde los lectores pueden opinar si se debería permitir a Angélica y su madre permanecer en Bélgica o si, por el contrario, deberían ser expulsadas.

Para dar elementos de juicio, La Libre explica por una parte Angélica y su madre viven desde hace 4 años en Bélgica, donde han "construido" su vida. Por la otra, cita datos de la Oficina de Extranjería cifra en 8.000 el número de ecuatorianos que residen en el país, de los que sólo 2.000 se encuentran en una situación regular. Los que no lo están "en algunos casos deben devolver dos años de su salario para pagar los gastos" que tuvieron para llegar a Bélgica.

A este respecto, el Decano del Colegio de Abogados de la localidad belga de Dinant, Jean-Marie Dermagne, criticó en una entrevista a La Libre Belgique el sistema de asilo belga basado en centros de detención y, en su opinión, en la creencia falaz que se el país no debe acoger "a toda la miseria del mundo" y reclamó una regularización. Consideró que este mecanismo es "una obre que impone tanto la razón como el corazón".