QUITO, 25 Jul. (Notimérica) -
Este lunes se cumplen 100 días del terremoto de 7,8 grados en la escala de Ritcher que sacudió Ecuador. A día de hoy, continúan las labores de reconstrucción para tratar de devolver la normalidad a miles de personas del país iberoamericano.
No obstante, no está siendo una tarea sencilla, especialmente para las provincias de Esmeraldas y Manabí, las más afectadas por la catástrofe, que dejó un saldo de 671 muertos.
De acuerdo con 'Andes', la creación a pocas horas del suceso del Comité de Reconstrucción, encabezado por el vicepresidente Jorge Glas, permitió establecer un comando conjunto para organizar la labor de recuperación del país y poder continuar la atención sostenida en el tiempo de los afectados y los problemas prioritarios para los ecuatorianos.
Asimismo, la solidaridad de la comunidad internacional ha sido clave en este difícil trago. Hasta el momento, según dicho medio, se han asignado 540 millones en proyectos de reconstrucción, los cuales han priorizado los servicios de salud, educación, vivienda, agua y saneamiento, así como medios de transporte. Además, al menos unos 2.000 negocios y empresas han sido rehabilitados.
En la actualidad, aún 8.632 ciudadanos permanecen en 26 albergues oficiales, mientras que 68.000 familias constan en el Registro Único de Damnificados.
Para paliar este problema, el Gobierno gestiona 16 proyectos de reasentamiento; 11 en Manabí, tres en Esmeraldas, uno en Santo Domingo y otro en Babahoyo.
En este sentido, se espera que hasta diciembre de este año sean entregadas 4.000 viviendas, una cifra que aumentaría hasta 10.000 al finalizar el mandato del actual presidente, Rafael Correa.
Por otra parte, el empleo está siendo "vital" para la recuperación. Desde el sismo del pasado 16 de abril se generaron más de 13.000 empleos en las provincias afectadas. Estos puestos de trabajo, creados para la reconstrucción de infraestructuras, principalmente, han dado esperanzas al pueblo ecuatoriano, que trata de superar lo ocurrido.
Así, el Gobierno de Ecuador, que también se enfrenta a una importante crisis económica con motivo de la caída de los precios de las materias primas y la devaluación del dólar, sigue su camino hacia la recuperación del seísmo más devastador de sus últimos 67 años.