MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Un informe de la ONG Plan difundido con motivo del Día Internacional de la Familia, que se celebra el domingo, denuncia que uno de cada tres niños de la provincia ecuatoriana del Cantón de Cañar, en el centro del país, tiene a uno o los dos progenitores en el extranjero, fundamentalmente por la emigración a España y a Estados Unidos, que ha reducido a la mitad la población de esta comunidad dejando a 8.000 menores sin un cabeza de familia.
El cantón de Cañar es una de las zonas con mayores flujos migratorios del país desde mediados de los años 60, aunque se aceleró profundamente en la década de los 90, haciendo que la población pase de 120.000 a 60.000 habitantes, de los que 28.000 son menores de edad.
El estudio, titulado 'Niñez y migración en el Cantón Cañar' y elaborado en colaboración con UNICEF y el Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de Ecuador, señala que "los menores de Cañar con padres emigrados dedican una media de cinco horas al día a las tareas domésticas", frente a las dos horas que emplean los hijos de padres no emigrantes.
Asimismo, indica que el ocho por ciento de los adolescentes con padres emigrantes acaba dejando los estudios, cifra que aumenta hasta el once por ciento cuando se trata de chicas, indígenas, familias que no reciben remesas y en aquellas en la que es la madre y no el padre quien ha emigrado.
"La emigración de los padres por causas económicas es uno de la situaciones más traumáticas que puede vivir un niño. El desequilibrio emocional y el impacto en la marcha de sus estudios deja una huella de por vida. Estos niños son sector de la población a los cuales PLAN atiende", explica la directora general de la ONG en España, Concha López.
Según el estudio, la ausencia de los padres modifica la vida cotidiana de los menores: En la mayoría de los casos son los abuelos u otros familiares cercanos quienes quedan al cuidado de sus nietos pero, en el uno por ciento de los casos los mecanismos de solidaridad no funcionan y los menores acaban viviendo solos o, incluso, al cargo de hermanos más pequeños.
En este sentido, el informe destaca que "sólo la cuarta parte de los padres emigrantes de Cañar tienen intención de reagrupar el núcleo familiar en el país de destino". "Mi papá se fue cuando yo tenía siete meses y mi mamá, cuando yo tenía cuatro años. Mis hermanitos nacieron en Estados Unidos y ahora están aquí de vacaciones un mes y medio. Yo hablo con mi mamá y no con mi papá porque no lo conozco. Nunca he visto una foto de él", explica Karen una niña de Cañar de 9 años.
La crisis económica mundial ha provocado que un gran número de ecuatorianos emigrados estén retornando a su lugar de origen. Entre finales de 2008 y febrero de 2011, 14.000 inmigrantes han abandonado España con la colaboración de la SENAMI (Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador) y más de 112.000 han solicitado información sobre los pasos que tienen que seguir para regresar.
Una vez de vuelta a su lugar de origen, los padres se encuentran cara a cara con hijos a los que, en algunos casos, dejaron cuando eran bebés y hace años que no ven. Además, muchos no vuelven para quedarse. "Algunos se han divorciado, bastantes mujeres emigraron como vía de escape a los malos tratos que sufrían y otros han rehecho su vida en su país de acogida por lo que todos ellos piensan en regresar en cuanto pase la crisis", cuenta otra de las habitantes de la región citada en el informe.