Actrices como Debbie Reynolds o Pier Angeli lucieron sus modelos
MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El diseñador Antonio González Muñiz, reconocido como artífice de la alta costura cubana, ícono de la moda en Miami y célebre por sus trajes de novia, falleció en las primera horas del lunes en esta ciudad norteamericana a los 77 años, víctima de complicaciones postoperatorias, informa el diario El Nuevo Herald.
Nacido el 29 de diciembre de 1930 en La Habana en el seno de una familia de clase media ésta no dudó en apoyar su genial habilidad para el dibujo y la costura.
La carrera de González Muñiz arrancó prematuramente a los 17 años como agente creativo en el Departamento de Publicidad de la famosa tienda El Encanto, a fines de la década de 1940, cuando era todavía un estudiante de pintura en la Academia San Alejandro, en La Habana.
No pasó mucho tiempo después hasta que empezara a crear sus originales vestidos en Teen Age, el salón de jovencitas de la megatienda.
"Lo recuerdo como un hombre de mucho talento y un dibujante de gran estilo. Después se haría más famoso como modisto en Miami", comentó Alberto 'Manet' Suárez, que fue el diseñador principal de El Encanto.
MEMORABLES TRAJES DE NOVIA
Los vestidos concebidos por González, hechos a la medida de las adolescentes más refinadas y exigentes de la época, también fueron un éxito entre las estrellas de cine, como Pier Angeli y Debbie Reynolds.
"Antonio destacaba por su inteligencia, temperamento innovador y gran sensibilidad. Nunca hizo alarde de sus conocimientos, ni de la gente de la alta sociedad que él conoció. Y a pesar de sus obligaciones, siempre estaba presente en las reuniones de confraternidad con sus antiguos compañeros de trabajo", señaló Darío Miyares, el director de la Asociación de Antiguos Empleados de El Encanto, con sede en Miami.
En la década de los años 60, cuando la célebre tienda habanera fue arrebatada a sus dueños, González partió hacia el exilio sin pensarlo dos veces. Pronto se estableció en los Estados Unidos para desarrollar una carrera que lo catapultaría rápidamente a escala local e internacional como un hacedor del buen gusto y creador de memorables trajes de novia.
Durante su larga trayectoria en el exilio perteneció a la sección de modas de la revista Vanidades Internacional y fungió como jefe de vestuario de la serie televisiva Qué pasa U.S.A? También estuvo encargado de la colección de trajes para las puestas en escena de la Sociedad de Arte y Cultura Grateli, en Miami.
TALENTO EXCEPCIONAL
En 1965 estableció su propio atelier 'Antonio' en Miami, al tiempo que sus vestidos de boda se exhibían en primera línea en las tiendas más elegantes de Nueva York, como Bergdorf Goodman.
Pili de la Rosa, presidenta de la asociación Grateli, dijo que la muerte de González deja un vacío grande en el giro de la alta costura. "Antonio era un infatigable diseñador de vestuarios. Sus creaciones para novias eran famosas tanto en la Cuba de ayer como en la del exilio. No dudo al decir que era un hombre de un talento excepcional", afirmó De la Rosa.
Hasta poco antes de su muerte, González siguió trabajando con el mismo ahínco de sus años de juventud. "Tuvo mucho conocimiento de las tendencias de la moda. Pero era su gran calidad humana lo que hacía de él un ser humano aún más interesante", dijo su primo, Adalberto García.