NUEVA YORK, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La huelga de hambre que iniciaron hace tres semanas una parte de los presos de algunas cárceles de California, a la que llegaron a unirse más de 4.250 reclusos, ha finalizado, según informó este jueves el Departamento de Correcciones del estado.
Más de 4.250 presos de ocho cárceles estaban en huelga de hambre el pasado 29 de septiembre, tres días después de que comenzase esta medida de presión, pero este jueves ya solo eran 580 repartidos en tres centros penitenciarios, según ha dicho el Departamento de Correcciones en un comunicado citado por la cadena CNN.
El 6 de octubre, cuando el Departamento cifró en 811 los reclusos en huelga de hambre, Jay Donahue, portavoz de la organización Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos, puso en duda ese dato, aunque reconoció que probablemente la participación había disminuido. Las autoridades penitenciarias consideran que los presos están en huelga de hambre si se han negado a ingerir nueve comidas consecutivas.
El Departamento indicó que el martes pasado recibió por primera vez una carta de los presos en la que se abordaban el tema del ayuno voluntario. Sus representantes "acordaron reunirse con representantes de los reclusos para hablar de la revisión que se está haciendo de las políticas relativas a la 'Security Housing Unit' desde mayo de 2011", afirmó.
"Al igual que en las discusiones que hubo con los reclusos durante una huelga de hambre en julio, todos se mostraron de acuerdo en que se tardará varios meses en modificar estas políticas. El Departamento decidió que continuará en su línea", agregó.
Con la 'Security Housing Unit', el Departamento se refiere a una práctica a la que se oponen muchos presos y que consiste en mantenerlos en régimen de aislamiento durante un largo periodo de tiempo, en algunos casos hasta 20 años, según ha explicado Isaac Ontiveros, otro portavoz de Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos.
Los presos tenían cinco demandas. Una de ellas era que se abandonase la política que obliga a quienes están en régimen de aislamiento a participar en un interrogatorio en el que tienen que incriminarse a sí mismos y a otros compañeros que hayan incumplido las normas para poder salir del aislamiento.
También pedían el fin de los llamados 'lockdowns' (encierros de los presos en sus celdas durante un periodo de tiempo prolongado en el que no pueden realizar ninguna de sus actividades diarias habituales) y más privilegios para quienes están en régimen de aislamiento, como que les proporcionen ropa de invierno y comida nutritiva.
Los responsables de las cárceles sostienen que la utilización del régimen de aislamiento aumenta la seguridad en las cárceles y ayuda a los guardias a hacer frente a la violencia de las bandas.