Actualizado 13/07/2011 07:45

EEUU perdió más de 1.400 armas transferidas a narcotraficantes mexicanos


WASHINGTON, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

Agentes federales de Estados Unidos admiten haber perdido más de 1.400 armas en el marco de la operación 'Rápido y Furioso', orientada a encausar a narcotraficantes mexicanos. Así lo revelan a la CNN fuentes conocedoras de la investigación.

De las 2.020 armas empleadas por la Oficina de Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) apenas se han recuperado 363 en Estados Unidos y otras 227 en México. La misión comenzó en 2009.

Con este tráfico pretendidamente controlado, los investigadores estadounidenses aspiraban a determinar la estructura de cárteles del narcotráfico para acabar con ellos.

Sin embargo, una vez se facilitaba el armamento, resultaba imposible recuperarlo mientras no apareciera en escenarios de crimen. Precisamente, dos rifles de asalto AK-47 utilizados para la operación fueron encontrados en el lugar donde murió abatido el agente aduanero estadounidense Brian Terry, el pasado diciembre.

El agregado de la ATF en Ciudad de México, René Jaquez, ha declarado a la CNN que la operación nunca debería haber ocurrido. Jaquez explica que normalmente no se permite que las armas queden fuera del control de los responsables de seguridad, por temor a que caigan en manos de personas que finalmente las utilicen en la comisión de crímenes.

"Lo último que queremos como agentes de orden público es que se nos atribuya la muerte de una persona inocente por una pistola que se perdió durante una de nuestras operaciones", ilustra este informante.

El Congreso estadounidense ha criticado duramente esta misión, al igual que las autoridades mexicanas. Estas últimas denuncian que el poderoso mercado armamentístico de su vecino del norte alimenta la guerra del narcotráfico en territorio de México.

Ahora el objetivo es esclarecer qué funcionarios de Washington estaban al tanto de la misión, coordinada desde la sede de la ATF en Phoenix, estado de Arizona. Incluso el presidente, Barack Obama, ha llamado a tomar "acciones apropiadas" una vez concluyan las pesquisas pertinentes. Jaquez ve muy poco probable que miembros del Departamento de Justicia no estuvieran al tanto.

El senador republicano Charles Grassley argumenta que 18 meses después de su inicio, los senadores no tenían idea del programa. "Cuando ahora miro atrás, fue y es una gran broma", ha comentado. La semana pasada el director en funciones de la ATF, Kenneth Melson, fue interrogado a puerta cerrada por los investigadores del Congreso por esta cuestión.