Reuters


GALLIANO (LOUISIANA, EEUU), 25 May. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Estados Unidos aumentó este lunes la presión sobre la petrolera británica BP para que aumente sus esfuerzos en la limpieza del "desastre ecológico masivo" causado en el Golfo de México, y la directora de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, Lisa Jackson, anunció que las autoridades federales finalmente han decidido imponer sanciones contra la compañía por causar el vertido.

BP, por su parte, insistió en que está haciendo todo lo posible para sellar el pozo del yacimiento que, según sus estimaciones, está derramando al mar una cantidad de crudo equivalente a 5.000 barriles diarios, lo que podría suponer el mayor derrame de petróleo de la historia de Estados Unidos. Además, BP informó de que a partir del miércoles utilizará una nueva técnica para tratar de tapar la fuga, pero sólo le dio a esta estrategia entre un 60 y un 70 por ciento de posibilidades de éxito.

Tres secretarios del Gabinete del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajaron este lunes a la costa del golfo de México para revisar los efectos de un vertido cuyas consecuencias que podrían superar a las causadas por el Exxon Valdez en Alaska en 1989, considerado hasta ahora como el mayor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos. Por ello, Jackson dijo que el Gobierno estaba completamente decidido a imponer sanciones contra BP.

"Los daños potenciales de este caso son mucho mayores que los del Exxon Valdez", dijo Brent Coon, abogado de uno de los supervivientes a la explosión de la plataforma Deepwater Horizon el pasado 20 de abril. Según Coon, que participó en una conferencia sobre energía organizada por Reuters, las multas contra BP por su responsabilidad deberían ascender hasta los "cientos de miles de millones de dólares".

Grandes cantidades de crudo se sumergen ya en las frágiles marismas de Louisiana, amenazando a las especies de aves y peces que las habitan, pero también a las condiciones de vida de los habitantes de la zona. La industria de la pesca y del marisco mueve 2.400 millones de dólares al año en Louisiana y un total de 6.500 millones de dólares en toda la costa del Golfo, la segunda mayor zona pesquera del país, sólo por detrás de Alaska.

Más de 300 aves han sido halladas muertas a lo largo de la costa como consecuencia de la marea negra ha invadido el hábitat donde también viven especies de tortugas, delfines y ballenas. El Gobierno estadounidense ha declarado como zonas de "desastre pesquero" los estados de Louisiana, Mississippi y Alabama.

Aunque los ciudadanos de las zonas afectadas comienzan a mostrarse desesperanzados, las autoridades tratan de aumentar la presión sobre BP. El responsable designado por el Gobierno para encargarse del desastre, el almirante Thad Allen, del servicio de la Guardia Costera, insistió en la idea de dejar de lado a la petrolera si seguía sin realizar los esfuerzos necesarios para contener el vertido.

BP ha afirmado que invertirá durante los próximos diez años un total de 500 millones de dólares (unos 403 millones de euros) en investigar los efectos sobre la economía y el medio ambiente de la marea negra que afecta al golfo de México. La compañía comenzará a inyectar el miércoles una serie de productos sintéticos con los que, a modo de cemento, espera sellar el pozo del yacimiento.

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