Actualizado 23/09/2015 21:32

Papa Francisco: Los "crímenes" de abuso sexual a menores no deben repetirse

ROMA/WASHINGTON, 23 Sep. (Reuters/EP) -

   El Papa Francisco ha advertido este miércoles a los obispos de la Iglesia Católica de Estados Unidos de que los crímenes de abuso sexual a menores por parte del clero nunca deben repetirse.

   "Sé cuánto ha pesado en vosotros la herida de los últimos años y he seguido de cerca su generoso esfuerzo por curar a las víctimas (..) Cuando curamos, también somos curados (...) Hay que seguir trabajando para que esos crímenes no se repitan nunca más"

   Además, el Papa ha pedido a los obispos de Estados Unidos que no conviertan la cruz "en bandera de luchas mundanas" y que se alejen de la tentación del narcisismo "que ciega los ojos del pastor, hace irreconocible su voz y su gesto estéril".

   "Ay de nosotros si convertimos la cruz en bandera de luchas mundanas, olvidando que la condición de la victoria duradera es dejarse despojarse y vaciarse de sí mismo", ha expresado.

   El Pontífice, que se ha reunido con el episcopado estadounidense después de haber sido recibido por el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, les ha avisado de que su intención no era "juzgarles" o "impartir lecciones", sino hacerles reflexionar sobre "los caminos que se deben seguir".

   En la catedral de San Mateo Apóstol en Washington, el Papa ha instado a los obispos a convertir Iglesia en un "hogar humilde" y a dejar de lado el "lenguaje duro y belicoso de la división" porque, según ha dicho, la misión episcopal consiste en "cimentar la unidad".

   El Papa, que durante 6 días visitará Washington, Nueva York y Filadelfia, ha pedido a los obispos que sean "cercanos a la gente" y que no se conviertan "en notarios y burócratas", sino que sean "expresión de la maternidad de la Iglesia que engendra y hace crecer a sus hijos".

   En su segundo discurso en suelo americano, que ha pronunciado en italiano, ha pedido a los obispos que acojan a los inmigrantes "sin miedo" y ha recordado al mismo tiempo que ninguna institución estadounidense hace más por la larga ola de inmigración latina que sus comunidades cristianas. "Acójanlos sin miedo", ha reiterado.

   Por último, les ha pedido que no silencien ni eludan cuestiones como "las víctimas inocentes del aborto, los niños que mueren de hambre o bajo las bombas, los inmigrantes se ahogan en busca de un mañana, los ancianos o los enfermos, de los que se quiere prescindir, las víctimas del terrorismo, de las guerras, de la violencia y del tráfico de drogas, el medio ambiente devastado por una relación predatoria del hombre con la naturaleza". "En todo esto está siempre en juego el don de Dios, del que somos administradores nobles, pero no amos", ha concluido.

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