Actualizado 19/12/2013 10:14

EEUU.- Vinculan un gen de reacción al estrés con el riesgo de ataques cardiacos

Corazón
UAM

MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un rasgo genético conocido por hacer a algunas personas especialmente sensibles al estrés también parece ser responsable de un aumento del riesgo de sufrir un ataque al corazón o morir en el 38 por ciento de los pacientes con enfermedades del corazón, según informan científicos del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos.

El hallazgo, publicado en la edición de este miércoles de la revista 'Plos One', esboza una nueva explicación biológica de por qué muchas personas están predispuestas a la enfermedad cardiovascular y la muerte y sugiere que las terapias de modificación de conducta y los medicamentos podrían reducir las muertes y las discapacidades causadas por ataques al corazón .

"Hemos oído mucho acerca de la medicina personalizada en el cáncer, pero en la enfermedad cardiovascular no estamos tan lejos en la búsqueda de las variantes genéticas que identifican a las personas en mayor riesgo", dijo el autor principal del estudio, Redford B. Williams Jr., director del Centro de Investigación de Medicina del Comportamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke. "Aquí tenemos un paradigma para avanzar hacia la medicina personalizada en la enfermedad cardiovascular", afirma.

Williams y sus colegas se centraron en el trabajo previo de Duke y en otros sitios que identificó una variación de una secuencia de ADN, conocida como polimorfismos de un solo nucleótido (SNP, en sus siglas en inglés), donde una letra en el código genético se intercambia por otra para cambiar la función del gen. El SNP en el que se centró el equipo de Duke ocurre en el gen que produce un receptor de la serotonina y causa una reacción hiperactiva al estrés.

En un estudio publicado el año pasado, los científicos informaron de que los hombres con esta variante genética tenían el doble de cortisol en sangre cuando están expuestos al estrés, en comparación con aquellos sin la variante genética. Conocido como "hormona del estrés", el cortisol se produce en la glándula suprarrenal para apoyar la respuesta biológica del cuerpo cuando se reacciona a una situación que causa emociones negativas.

"Se sabe que el cortisol tiene efectos sobre el metabolismo del cuerpo, la inflamación y otras funciones biológicas que podrían jugar un papel en el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular", explica otro de los autores de este trabajo, Beverly H. Brummett, profesora asociada de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de Duke. "Se ha demostrado que los niveles elevados de cortisol son predictivos de un mayor riesgo de enfermedades del corazón. Así que hemos querido examinarlo más de cerca", agrega.

Utilizando una gran base de datos de pacientes con cateterismo cardiaco en Duke que fueron seguidos durante varios años, los científicos realizaron análisis genéticos a más de 6.100 participantes de raza blanca, dos tercios de los cuales eran hombres y un tercio mujeres. Alrededor del 13 por ciento de este grupo tuvo la variación genética de la respuesta hiperactiva al estrés.

Los individuos que portaban la variante genética tenían las mayores tasas de ataques cardiacos y muertes en el promedio de tiempo de seguimiento de seis años. Incluso ajustando por edad, obesidad, antecedentes de tabaquismo, otras enfermedades y la gravedad de su patología del corazón, la característica genética se vinculó con un mayor riesgo de ataque cardiaco y muerte en el 38 por ciento.

"Este hallazgo requiere una replicación independiente y su evaluación en una población más diversa", matiza Peter Kaufmann, director adjunto de la rama de Aplicaciones Clínicas y la Subdivisión de Prevención del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos. "Esta investigación podría ayudar a identificar algún día a los pacientes que deben ser candidatos a las estrategias de prevención y tratamientos más intensivos", prevé este experto.

Williams y Brummett señalan que los investigadores cuentan así con una hipótesis acerca de por qué este rasgo genético conlleva problemas. Sus esfuerzos se centran ahora en un compuesto de la sangre que se eleva cuando los niveles de cortisol aumentan. Se trata de una enzima conocida como MMP9 que trabaja para suavizar placas duras que se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos, haciéndolos más propensos a romperse y producir los coágulos que causan un ataque al corazón o la muerte.

"Tenemos la intención de estudiar esto más a fondo --explica Williams--. Pero lo que este trabajo ya sugiere es que tenemos una variante genética que parece que se puede identificar fácilmente, por lo que se puede comenzar a desarrollar y probar intervenciones tempranas en los pacientes del corazón que están en alto riesgo de morir o de sufrir un ataque al corazón".

"La parte más emocionante es que esta característica genética se produce en una proporción significativa de las personas con enfermedades del corazón", destaca Brummett. "Si somos capaces de replicarla y construir sobre ella, podemos ser capaces de encontrar formas de reducir la reacción del cortisol al estrés, ya sea a través de la modificación de conducta o las terapias de drogas, y reducir las muertes por ataques al corazón".