Actualizado 16/01/2015 19:58

Indonesia ejecutará este domingo a un brasileño por tráfico de drogas

Marco Archer Cardoso Moreira, brasileño condenado a muerte
Foto: REUTERS

SAO PAULO, 16 Ene. (Notimérica) -

   El presidente de Indonesia, Joko Widodo, no ha contestado favorablemente a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ante el último llamamiento para salvar la vida del preso brasileño condenado a muerte en el país indonesio por tráfico de drogas, según ha informado este viernes el Asesor para Asuntos Internacionales de Brasil, Marco Aurelio García.

   Tal y como ha indicado el asesor brasileño, Dilma habló por teléfono este viernes con el presidente indonesio, el cual le dijo a Rousseff que la pena de muerte se ejecutará este domingo para Archer y otros cuatro condenados.

   "No hubo ninguna sensibilidad por el gobierno de Indonesia para solicitar la misericordia del gobierno brasileño. En principio, la ejecución debe tener lugar en la medianoche del domingo, hora de Yakarta, a las 15h GMT (media tarde del sábado 17 en Brasil)", dijo García según recoge el diario brasileño 'O Globo'.

   Además, de acuerdo con el asesor de Rousseff, el gobierno realizó varios intentos de hablar con el presidente indonesio antes de que fueran finalmente respondidas.

   Por su parte, el Gobierno de Brasil ha emitido un comunicado oficial acerca del caso, en el que señala que "respetaba la soberanía de Indonesia y el poder judicial, pero como jefe de Estado y como madre, hizo este llamamiento por motivos eminentemente humanitarios. La Presidenta recordó que el sistema jurídico brasileño no permite la pena de muerte y su atractivo personal enfático expresó el sentimiento de la sociedad brasileña".

   "El Presidente Widodo dijo que entendía la preocupación de la presidenta con los dos brasileños, pero advirtió que no podría conmutar la pena de Marco Archer, ya que se siguieron todos los procedimientos legales, tanto el indonesio como el brasileño y se garantizó el derecho al debido proceso", continuaba el comunicado.

   Por último, en el comunicado se muestra que el gobierno lamenta "profundamente la decisión del Presidente  Widodo para llevar adelante la ejecución del brasileño Marcos Archer, que generará conmoción en Brasil y tendrá repercusiones negativas para la relación bilateral".

   Según la prensa local, las autoridades del país aseguran que ya se han preparado "la escuadra de tiro, un clérigo y médicos" para las ejecuciones del domingo.

AMNISTÍA INTERNACIONAL INTERCEDE EN EL CASO

   Paralelamente a los esfuerzos del gobierno brasileño por salvar a sus compatriotas de la pena capital, Amnistía Internacional ha iniciado una campaña urgente para presionar al gobierno indonesio para revertir las sentencias de muerte en otro tipo de castigos.

   Según la ONG, hay 160 personas de 18 países diferente condenadas a muerte en Indonesia. Los principales condenados fueron por delitos de asesinato o terrorismo, pero los extranjeros, en su mayoría, son condenados por tráfico de drogas.

   La campaña se implantará en más de cien países en los que opera Amnistía y la expectativa es llegar a decenas de miles de firmas a pesar del poco tiempo que queda antes de la ejecución del domingo.

DOS BRASILEÑOS EN EL CORREDOR DE LA MUERTE INDONESIO

   Marco Archer, que será ejecutado este domingo, es un instructor de vuelo que fue arrestado al tratar de entrar en Indonesia en 2004 con 13,4 kilos de cocaína ocultos en unos tubos de ala delta. La droga fue descubierta en el aeropuerto internacional de Yakarta, siendo detenido dos semana después.

   En declaraciones obtenidas por 'O Globo', el abogado defensor de Archer, dijo que su cliente no puede aceptar la idea de que será ejecutado. "Llora mucho", dijo el abogado. Además, añadió que Archer está en una zona de aislamiento supervisado por psiquiatras.

   Por otra parte, en el corredor de la muerte del país asiático se encuentra Rodrigo Gularte, también arrestado en 2004 por tráfico de drogas en Indonesia, y del que se espera su ejecución para el próximo mes. Gularte, por su parte, ha desarrollado una serie de problemas psicológicos después de estar encerrado en la cárcel durante más de una década, según ha indicado 'BBC'.

   El presidente de Indonesia, Joko Widodo, electo desde octubre de 2014, tuvo como primer propósito en la toma del cargo anunciar la "tolerancia cero" con el tráfico de drogas.

   Con la "inminente" muerte de Archer este domingo, este se convertirá en el primer occidental ejecutado en Indonesia, el país musulmán más grande del mundo donde su población está, en su mayoría, a favor de la pena capital.

Te puede interesar...

La violencia de género cuesta 6.744 millones al año a empresas peruanas

Un joven mata a su madre porque le exigía que buscara trabajo