El comisario europeo de Medio Ambiente se compromete ante los niños a que los líderes mundiales escucharán este mensaje
CURITIBA, BRASIL (de la enviada especial de EUROPA PRESS, María García)
Más de 2.000 niños pidieron hoy a los ministros de Medio Ambiente de los 170 países reunidos en la octava Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (COP8) que se comprometan a proteger los bosques y océanos del planeta, así como a reducir la pérdida de biodiversidad.
Bailando la 'Samba por la vida', promovida por la organización ecologista Greenpeace, los niños recorrieron las calles del centro de la ciudad vestidos con trajes y máscaras que representaban diferentes animales y ecosistemas de toda la Tierra. Al final del recorrido les esperaban el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, y la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva.
Los niños procedían de Japón, Camerún, Rusia, Holanda, Italia, Suiza, Alemania, México, Chile y Brasil, y al finalizar la marcha cantaron y bailaron ante las autoridades la 'Samba por la vida', una canción en la que reclaman el uso sostenible de los recursos, el respeto a los bosques, ríos, tierra y mar, y la prevención del cambio climático.
"Cantamos ahora para no tener que llorar después, para convencer a los Gobiernos que tenemos que dejar biodiversidad para las generaciones futuras", concluye la samba.
El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, aseguró a los niños que su mensaje "será escuchado por los líderes del mundo". "Y si no lo quieren escuchar, haré que lo escuchen", afirmó.
Dimas compartió el mensaje de los menores y abogó por trabajar en que "no se utilice la madera para sacar dinero, sino utilizar el dinero para salvar los bosques".
"No tenemos derecho a causar perjuicios a las generaciones futuras, y estoy muy orgullosa de que reclaméis la protección de los bosques y améis la naturaleza, porque yo también me crié en el bosque del Amazonas", dijo, por su parte, la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva.
MOVIMIENTO SIN TIERRA
La ministra brasileña había acudido minutos antes a una concentración del Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra (MST), que reclamaron la prohibición de las semillas 'Terminator', la prohibición de los cultivos transgénicos y que el Gobierno de Brasil exija el etiquetado para que la población pueda decidir si consumir productos modificados genéticamente o no.
Marina Silva se mostró firme ante los asistentes del MST en contra de los cultivos transgénicos y afirmó que en Brasil continuará la moratoria sobre las semillas 'Terminator', que contaminan el resto de cultivos y sólo duran una cosecha.