Actualizado 05/06/2013 16:39

El padre de Pablo Ibar pide "más esfuerzos" para salvar a su hijo "antes de que sea tarde"

Cándido Ibar
EUROPA PRESS

Joaquín José Martínez, que estuvo en el corredor de la muerte, advierte de que Ibar podría ser "el primer español asesinado legalmente"


MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

Cándido Ibar, padre del único español que se encuentra condenado a muerte en Estado Unidos, Pablo Ibar, ha reclamado "más esfuerzos" a políticos, organizaciones sociales y medios de comunicación para salvar a su hijo, "antes de que sea demasiado tarde".

Con motivo de la presentación del V Congreso mundial contra la pena de muerte, que se celebrará en Madrid entre 12 y el 15 de junio, Ibar ha explicado que están "muy contentos" con el apoyo del Gobierno, pero insiste en que "hay que presionar más para llegar a la meta, que es sacarlo del corredor de la muerte". "No podemos dejarlo morir. Hay que hacer un esfuerzo para evitar que se cumpla la condena, antes de que sea demasiado tarde".

El primer español y europeo en salir del corredor de la muerte en Estados Unidos --hace doce años--, Joaquín José Martínez, también se ha referido al caso de Pablo Ibar y ha señalado que este Congreso mundial es una "puerta abierta" para ayudar a abolir la pena de muerte. "Si no se hace más podremos estar hablando del primer español asesinado legalmente", ha sentenciado.

"Pido vuestro apoyo como hizo mi padre por mí. Hay que mantenerse juntos y luchando para que se pueda hacer justicia y acabemos con la pena de muerte", ha añadido Martínez, que ha recordado las secuelas psicológicas de los tres años que pasó en el corredor de la muerte y las pesadillas que tiene, imaginándose aún entre los barrotes de la celda.

En declaraciones a Europa Press, Martínez ha recordado las cartas que ha cruzado con Pablo Ibar, en las que insistía en que debía mantener "tranquilidad" y "esperanza". En este sentido, ha añadido que "lo duro de Pablo es que, a pesar del apoyo recibido, sigue ahí metido" y pide a políticos, ONG y medios de comunicación --como ha hecho Cándido Ibar-- que "eviten que se enfríe su caso".

El padre de Pablo Ibar ha explicado que su hijo está bien, tanto física como psicológicamente, y asegura que la familia y, en especial, su mujer, constituyen su "principal apoyo" para no abandonarse. "Estuve con él la semana pasada y me pedía que diera las gracias a España por ayudarle a tener una oportunidad más para seguir en la lucha", ha recordado.

La defensa de Pablo Ibar se encuentra en la fase inicial de un nuevo proceso de apelación ante el Tribunal Supremo de Florida a la negativa del juez del condado de Broward Jeffrey Levinson a llevar a cabo una revisión postcondenatoria planteada por Ibar.

En este sentido, Cándido Ibar ha recordado que el primer abogado de su hijo reconoció sus fallos en el juicio condenatorio y ha añadido que, en el caso hipotético de que se produjese un caso similar en España "se habría dado una nueva oportunidad de defenderse a un condenado estadounidense".

CONGRESO EN MADRID

Por su parte, el director de Juntos contra la pena de muerte (ECPM, por sus siglas en francés), Raphaël Chenuil-Hazan, ha señalado que el Congreso que se ha presentado este martes --con el patrocinio de España, Noruega, Suiza y Francia-- participarán más de 1500 personas de todo el mundo "para demostrar que esta lucha contra la pena de muerte es universal".

Chenuil-Hazan ha valorado los avances que se han logrado a lo largo de los últimos años, consiguiendo que dos tercios de los países se declaren abolicionistas. "Son 105 los estados que lo han abolido en derecho y 38 en la práctica", ha concretado. Así, ha señalado que se trata de "avances muy positivos", pero ha advertido de que hay "unos 20 o 25 países que ejecutan a personas de forma regular".

También han participado en este encuentro el condenado a muerte en Marruecos Ahmed Haou y la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, que ha destacado el papel de los medios de comunicación como "testigos de esta injusticia" para trasladar a la sociedad estos hechos "con un grado de compromiso y responsabilidad por la vida".