Actualizado 04/05/2007 21:06

España-El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez dice que la mejor literatura es la mezcla de tradiciones lingüísticas


VALLADOLID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez aclaró hoy que la mejor literatura, alejada de un "malentendido" concepto de actividad territorial, es la que mezcla las tradiciones lingüísticas procedentes de lugares distintos.

En este sentido Vásquez, quien participó hoy en una mesa redonda sobre Colombia, país invitado en la 40 edición de la Feria del Libro de Valladolid, junto al periodista y escritor hispano-colombiano Pedro Sorela y la narradora y ensayista Consuelo Triviño, calificó de "gran malentendido" la concepción de la literatura como una actividad territorial.

Tras considerar "falso" que un escritor colombiano tenga que adoptar la posición de un escritor anterior de su mismo país, en este caso de García Márquez, aseguró que es una "pesadilla" ser cuestionado siempre por las relaciones con la "famosa sombra" de García Márquez.

En este punto, Vásquez recordó que, en los comienzos de Márquez, la tradición colombiana era "débil" por lo que el Nobel buscó en otros escritores como Kafka o Hemingway, lo mismo que años después le sucedió a él con literatos especialmente norteamericanos.

Por ello, Vásquez recalcó que el criterio territorial es siempre "un gran malentendido" ya que, la mejor literatura, reiteró, es la que mezcla las tradiciones lingüísticas.

Triviño, por su parte, opinó que la literatura colombiana existe ya que, escrita desde el país o desde el exilio o del estilo al que pertenezca, cuando los escritores escriben se sienten colombianos aunque, a su juicio, habría que establecer los límites y acudir al pasado, es decir a los "faros".

Por su parte el periodista hispano-colombiano resaltó que no existe literatura colombiana, no castellana, ni vallisoletana ni siquiera española, ni de mujeres ya que todos estos conceptos están vinculados al mundo de las banderas y las nacionalidades.

LAS EDITORIALES ESPAÑOLAS

En referencia al papel de las editoriales españolas en el éxito cosechado por los autores latinoamericanos y, en especial, colombianos, Vásquez recalcó que la literatura está recluida en "pequeños cajoncitos nacionales" y que la industria literaria española constribuye a que los autores latinoamericanos se conozcan entre ellos.

No obstante, el escritor colombiano señaló que algunos de los grandes narradores latinoamericanos son aún grandes desconocidos en España, opinión compartida por Triviño, quien resaltó que existe una "pérdida de memoria" sobre la presencia de los latinoamericanos en España ya que, añadió, al realizar una lectura a través del tiempo se demuestra que lo latinoamericano ha estado presente "de una manera muy vigorosa" en España.

Más crítico se mostró Sorela, quien apuntó al "ombliguismo" español como el "enorme engaño" existente en el país, que se considera, tanto en el plano nacional como regional, el "centro del universo" sólo por el hecho de contar con potentes grupos editoriales y con "corruptos" premios españoles.

En último término y en referencia a los lectores colombianos y sus preferencias, Consuelo Triviño destacó la gran promoción cultural que se realiza, por ejemplo, en ciudades como Bogotá, donde existe ansiedad por leer dado que esta acción puede ser una "válvula" de escape "válida, necesaria y quizá la más honrosa".

A su juicio, los libros abren camino por encima del "monstruo" que son los grupos editoriales. Vásquez, por su parte, manifestó que Colombia tiene "suficiente mercado", aunque pequeño, para producir "libros basura", aunque el problema a su juicio radica en que el lector colombiano está "extraordinariamente desorientado" y precisa de que le digan lo que debe leer.

Este problema, según Sorela, también existe en España, país en el que la gente "no tiene ni idea" de lo que leer por culpa, entre otros, del Bachillerato.

Asimismo, Sorena abogó por romper los estereotipos ya que, reiteró, la literatura nada tiene que ver con las categorías políticas, lo que se refleja, por ejemplo, en ciudades como Valladolid, donde en los últimos años nacieron pequeñas editoriales "ansiosas" de literatura u de cosas interesantes.