Actualizado 23/05/2007 15:17

España/México.- 'La Llotgeta' reúne en 53 fotografías los secretos y la vida de Frida Kahlo, 'La gran ocultadora'


VALENCIA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Aula CAM 'La Llotgeta' reunirá, a partir de mañana la muestra 'Frida Kahlo. La gran ocultadora', una recopilación de 53 fotografías de retratos de la artista mexicana realizados por algunos de los fotógrafos más destacados del siglo XX. La inauguración será a las 20.00 horas, según informó en un comunicado la entidad financiera.

Según señaló, la fotografía fue un "elemento fundamental" en la vida de Frida Kahlo (Coyoacán, Ciudad de México, 1907-1954), especialmente en sus años de formación. Nieta e hija de fotógrafos, Frida aprendió de niña a posar, "convirtiéndose precozmente en una modelo consumada".

Las imágenes están realizadas por los fotógrafos "más representativos" del siglo XX, maestros de la modernidad como Edgard Weston, Imogen Cunningham, Carl van Vechten, Manuel Álvarez Bravo, Martín Munkacsi. Asimismo, los mejores periodistas gráficos de la época como Gisèle Freund, Bernard Silberstein y Fritz Henle "tampoco desaprovecharon la oportunidad de atrapar en sus lentes la singular belleza de Frida".

De esta forma, los "más allegados supieron captar, además, a la pintora en la intimidad de su hogar, desprovista de artificios". Por esta razón, estos retratos "son los más originales".

La "distendida" relación de Frida con la cámara fotográfica se refleja en los primeros retratos familiares, que son "tempranos testimonios de una personalidad intensa, polifacética y seductora". Tras el accidente de 1925, Frida Kahlo comenzó a pintarse a sí misma. "Soy el motivo que mejor conozco" diría ella, y un motivo "representado hasta la saciedad en sus cuadros, en su vida pública y en los retratos ajenos". Se trataba de un "motivo de orgullo, pues Frida era, probablemente, la mejor de sus creaciones".

De ahí que se definiera a sí misma como "la gran ocultadora", maestra del engaño. Al igual que sus pinturas, las fotografías de Frida Kahlo muestran "a la artista, a la revolucionaria, a la amante, a la mujer enferma, a la indígena, a la libertaria, a la celebridad", indicó la CAM.

La última fotografía de Frida fue tomada por Lola Álvarez Bravo después de vestir, personalmente, su cadáver. Siguiendo sus instrucciones, le puso su huipil blanco con las borlas ceremoniales y una falda larga. Le trenzó el pelo con lazos y flores y le puso sus collares de coral y jade. Le pintó las uñas de rojo y adornó todos sus dedos con anillos.

Esta fotografía póstuma es el retrato totémico de una de las personalidades más singulares de principios del XX en América Latina y "representa, en suma, el triunfo de la ocultadora; su mejor autorretrato".

Los 53 retratos que componen la muestra proceden de una colección iniciada hace más de dos décadas por Spencer Throckmorton, galerista especializado en fotografía latinoamericana. Su legado incluye más de cien fotografías de la artista, muchas de ellas únicas.