Actualizado 25/10/2007 23:49

España/Perú.- Tres peruanos reciben el apoyo del cónsul de su país en Barcelona tras denunciar a urbanos por agresión


BARCELONA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los tres peruanos presuntamente agredidos por varios agentes de la Guardia Urbana de Barcelona tras un incidente de tráfico el 15 de octubre recibieron hoy el apoyo del cónsul de su país en la capital catalana, Miguel Palomino de Gala, quien afirmó que hubo "un exceso de la fuerza bruta" por parte de los agentes.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 15 de octubre, después de que dos parejas de peruanos colisionaran con un ciclomotor cerca de la confluencia entre la calle Dos de Maig y la plaza de les Glòries. Según la Guardia Urbana, el vehículo se saltó un semáforo en rojo y persiguió al ciclomotor hasta chocar con él y tirarlo al suelo.

Una patrulla vio lo sucedido y se acercó al lugar para pedir la documentación del vehículo y fue entonces cuando, según la Urbana, el conductor bajó y agredió al motorista. A partir de ahí se inició un forcejeo entre los policías y los ocupantes del coche, por lo que los agentes pidieron refuerzos.

Finalmente, los tres denunciantes --Jessyca; su marido, René; y Gilda-- fueron detenidos por lesiones y atentado a la autoridad, ya que tres agentes resultaron lesionados. Los arrestados, por su parte, aseguran que fueron objeto de insultos racistas y de múltiples golpes de porra cuando ya estaban esposados.

Jessyca explicó hoy en rueda de prensa que "la moto chocó con el retrovisor del coche" y que los agentes de la Guardia Urbana lo vieron todo y, "sin ninguna explicación", fueron a agredirles. Cuando ellos pidieron explicaciones, según su versión, los agentes le respondieron entre risas: "Cállate la boca, inmigrante de mierda".

"Me sentí como si fuese una basura", afirmó entre lágrimas Jessyca, quien explicó que todavía tiene secuelas debido a los golpes y recordó indignada que los agentes "en ningún momento" le pidieron al motorista que se quitase el casco para identificarle.

René, marido de Jessyca, explicó que tuvo que esperar a que vinieran los Mossos d'Esquadra para ser trasladado al hospital. El denunciante considera que "si hubiera sido español" los agente no le hubieran "tocado" y asegura que siente "temor" cada vez que ve a algún guardia urbano por la calle.

Gilda, por su parte, denunció que fueron "víctimas de un abuso de superioridad" y afirmó que recibieron un "trato inhumano". A su entender, los agentes que presuntamente les agredieron "son racistas" y "no estaban dentro de sus cabales".

Aunque aseguró que se sintió "desprotegida", afirmó que confía en la justicia española. La mujer explicó también que grabó parte de la agresión con la cámara de vídeo de su teléfono móvil, pero un agente la vio y se lo quitó. Horas después, se lo devolvió con el supuesto vídeo borrado.

EL CÓNSUL APOYA A LOS AFECTADOS.

Antes de reunirse con los afectados esta mañana, el cónsul de Perú en Barcelona, Miguel Palomino de la Gala, afirmó que hubo "un exceso del uso de la fuerza bruta", poniendo "en duda la versión de los agentes".

Por ello, la misma noche de los hechos Palomino intentó ponerse en contacto con los detenidos, aunque la Policía municipal no se lo permitió. Al día siguiente, el segundo jefe de la Guardia Urbana se reunió con el representante peruano y le comunicó que se abriría un expediente informativo para depurar responsabilidades.

Palomino, sin embargo, lamentó la atención recibida por parte de la Urbana y explicó que ha informado de lo sucedido al embajador en Madrid.