Actualizado 31/01/2006 21:40

España/Venezuela.- Evoluciona favorablemente en Zaragoza el montañero de la primera expedición venezolana al Polo Sur


ZARAGOZA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Clínico Universitario de Zaragoza ha tratado satisfactoriamente a Carlos Castillo, uno de los componentes de la primera expedición venezolana al Polo Sur, que tuvo que abandonar la marcha 12 días antes de llegar a la meta por sufrir congelaciones en los dos pies y en una mano, lesiones que no supondrán la pérdida de ninguna de sus extremidades.

La expedición, la primera de estas características realizada por latinoamericanos, culminó con éxito el 26 de enero, tras 60 días de marcha por el desierto helado de la Antártida y tras recorrer 1.200 kilómetros. Ese mismo día el deportista venezolano llegó a Zaragoza e ingresó en el Hospital Clínico.

Allí, después de ser sometido a varias pruebas y a una gammagrafía, los especialistas, con el doctor José Ramón Morandeira a la cabeza, comprobaron que el tejido muerto era superficial, de un milímetro de grosor. Esto suponía que con el tratamiento adecuado, el deportista iba a recuperar sus pies y la mano afectada, sin ser necesaria ninguna intervención quirúrgica que para eliminar las zonas necrosadas.

Carlos Castillo explicó en rueda de prensa que llegó a temer la posibilidad de perder alguna parte de sus extremidades. El deportista se mostró deseoso de curarse y anunció que continuará haciendo montañismo.

Castillo pertenece a un grupo de montañeros denominado "Proyecto Cumbre" de gran transcendencia en su país, que se forjó hace 15 años entre varios amigos, y que en 1994 coronó su primer 'ochomil', el Cho Oyu (8.201 metros), el primero hollado por venezolanos.

El montañero ha recibido hoy el alta y continuará con el tratamiento en su país, aunque seguirá manteniendo contacto con el Hospital Clínico. Castillo aseguró que cuando conoció la posibilidad de ser tratado en el hospital zaragozano fue importante tanto para él como para su equipo porque les dio la "tranquilidad" necesaria para culminar su meta.

El deportista señaló que en este tipo de expediciones "tras 20 días ya no tienes físico y la mente es importante para poder llegar".

Por eso, para sus compañeros, saber que él estaba en buenas manos ha resultado "de ayuda".

Carlos Castillo tuvo los primeros síntomas el 25 de diciembre, pero continuó su marcha hasta que el día 13 de enero, cuando se percató de que ya no podía seguir adelante y que, de hacerlo, podía perder alguno de sus dedos, por lo que decidió dejar la marcha aconsejado por el médico del equipo, Carlos Caleras.

CONEXIÓN VÍA SATÉLITE

La primera comunicación entre los expedicionarios y el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza tuvo lugar el mismo día 13 de enero, por parte del médico de la expedición, quien conocía la experiencia en congelaciones de este hospital.

El facultativo entró en contacto con Zaragoza por conexión telefónica vía satélite mientras estaban a la espera de que mejoraran las condiciones climatológicas para que Carlos Castillo pudiera ser evacuado. Tras la primera conversación, facilitó por correo electrónico una colección de fotografías digitales las lesiones, junto a otros datos médicos.

Esto hizo posible un diagnóstico clínico y que se pudiera comenzar el tratamiento, tanto en el campamento como a lo largo de todo el proceso de evacuación del deportista hasta el Hospital Clínico de Zaragoza, en donde se pudo constatar "el buen resultado del tratamiento prescrito, pese a la mala impresión pronóstica de los primeros momentos", explicó el doctor Morandeira.

Las congelaciones afectaban a los cuatro primeros dedos del pie derecho y a todos los del pie izquierdo, así como al dedo medio de la mano derecha. Entre otras pruebas, la gammagrafía ósea practicada a su ingreso, permitió comprobar que las lesiones eran superficiales, sin que estuvieran afectados el tejido subcutáneo, músculo-tendinoso ni óseo.

El deportista ha permanecido cinco días en el hospital, donde ha continuado con el tratamiento. Tras comprobar que los resultados clínicos y analíticos eran positivos y después de realizar una nueva gammagrafía ha recibido el alta médica para continuar con el tratamiento en Caracas (Venezuela).

El responsable de la Unidad de Congelaciones del Hospital Clínico, José Ramón Morandeira, mostró su satisfacción por el tratamiento de este deportista, ya que pone de manifiesto "lo que se puede hacer gracias a la telemedicina y cuando los gestores y los profesionales están por la labor".

Carlos Castillo tiene 37 años, es ingeniero mecánico, y cuenta con 22 años de experiencia en montañismo y escalada, modalidad esta última en la que ha sido campeón nacional en 1997 y 1998, así como finalista panamericano. Ha realizado diferentes escaladas en los Andes, los Alpes y el Himalaya. Ascendió el Gasherbrum II (8.035 metros) y fue miembro de la primera expedición venezolana al Everest.