Actualizado 09/08/2009 18:19

Ex operadores Wall Street adoptan nuevo rol familiar

Por Ellen Wulfhorst

NUEVA YORK (Reuters/EP) - El ex gerente de proyectos Bob Short tiene una rápida respuesta para describir qué trabajo es más difícil: su antiguo puesto en Nuveen Investments o su posición actual de padre en casa.

"Esto es más difícil", dijo Short, una de las víctimas de la recesión estadounidense, que ha golpeado más fuerte a los hombres que a las mujeres en el mercado laboral.

Este padre con tres niños de los suburbios de Chicago es parte de una nueva oleada de familiares que se quedan en casa, luego de perder sus empleos en la crisis del sector financiero. Ahora está lidiando a tiempo completo con la preparación de almuerzos, organizando programas y llevando a los niños a sus actividades.

El desempleo ha afectado a más hombres que a mujeres, y los hombres en Estados Unidos ocupaban tres de cada cuatro trabajos perdidos. El número de familias en las que las mujeres son el principal sostén ha dado un gran salto desde que comenzó la recesión.

No hay cifras oficiales de cuántos agentes de Wall Street devinieron en amos de casa, y resulta difícil conocer la cantidad de padres que se quedan en sus casas porque muchos no quieren admitirlo, dijo Ron Mattocks de Houston, ex analista de fondos de alto riesgo.

"Ellos dicen, 'Estoy buscando trabajo de forma activa. Es sólo cuestión de tiempo para que encuentre uno y las cosas vuelvan a ser como eran antes'", sostuvo Mattocks, autor de un blog y del libro de inminente publicación "What One Dad Drinks When He Can't Afford Vodka" (Lo que un padre bebe cuando no puede costear vodka).

En los primeros cinco meses de este año, 5,4 por ciento de las esposas trabajadoras tenían un marido desocupado, comparado con el 2,4 por ciento en los primeros cinco meses del 2007, según la economista Heather Boushey del Centro para el Progreso Estadounidense.

ACTIVIDADES TRADICIONALMENTE FEMENINAS

Aproximadamente 1 millón de familias en Estados Unidos tienen una esposa que trabaja, un hijo menor de 18 años y un esposo desempleado, según el centro.

Con tantos empleos perdidos en tareas dominadas por hombres, desde Wall Street al sector de la construcción, el cambio al cuidado doméstico tradicionalmente realizado por mujeres puede ser problemático, dijo Andrea Doucet, profesora de la Universidad Charleston en Ottawa, Canadá, y autora de Do Men Mother? (¿Los hombres cuidan de sus hijos?")

"Resulta un reto si alguien es despedido y siente que va a perder esa identidad tradicionalmente masculina", dijo.

La pérdida de identidad es poderosa, asegura Mattocks.

"Cuando estás en casa, no recibes evaluaciones de tu desempeño. No hay happy-hour al final del día por cerrar un gran negocio, no hay proyecciones, no hay mucha gente que te dice 'Gracias'", agregó.

Para los padres de Wall Street, mucho depende de cuánto hayan recibido de las denominadas indemnizaciones, dijo Jeremy Smith, otro autor de libros de testimonios sobre el tema.

A modo de gran recompensa, "ellos pueden decirse a sí mismos que están semi-jubilados, que están pasando más tiempo con su familia y que están tomándose un tiempo antes de volver a trabajar", aseveró el autor.

Pero aquellos aquejados por las deudas padecen muchas de las mismas, sino más, presiones que los padres desempleados con menos dinero, aunque sus atavíos pueden ser muy distintos, indicó Smith.

"Las personas de las clases trabajadoras están acostumbradas a la incertidumbre. Puede que muchos de estos tipos hayan ido a universidades de la Ivy League, tengan maestrías y una mayor sensación de derecho de elección sobre qué hacer con sus vidas", manifestó.

Short dijo que la parte más difícil de ser un padre en casa es lo azaroso de sus días después de haber dejado su puesto en Nuveen.

"Hay mucha logística para poner en práctica. Uno está en práctica de patinaje, uno está en gimnasia, uno está en fútbol", explicó.

Roger Vandewater, quien se hizo cargo de sus dos hijos adolescentes en Duxbury, Massachusetts, después de perder su empleo como consultor de base de datos de servicios financieros en mayo, asegura que le resulta mucho más difícil concentrarse con tantas interrupciones domésticas.

"Pensé que me iba a quedar un poco de tiempo para hacer cosas en la casa o trabajar en mi juego de golf. Nada de eso ha ocurrido aún", dijo Vandewater.

Aunque Short dijo que preferiría un trabajo asalariado de tiempo completo, disfruta de su nuevo rol.

"Es una ventana hacia una forma de vida que la mayoría de los hombres nunca llega a ver", expresó.